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miércoles, 5 de febrero de 2014

Antisepsia.

Es el método por el cual se destruyen los gérmenes en los tejidos, se aplica tanto en el paciente como en el técnico y su ayudante. Las sustancias que se utilizan para realizar la antisepsia se llaman antisépticos, podrían utilizarse algunos desinfectantes pero a menor concentración para evitar lesionar los tejidos vivos donde se usen.

Esterilización.

Es el método por el cual se realiza la destrucción total tanto de gérmenes patógenos como saprofíticos en los objetos inanimados, en instrumental quirúrgico, hilo de sutura, batas, guantes, etc.

La esterilización se obtiene por varios procedimientos:
  1. Vapor de agua a presión (Autoclave).
  2. Por ebullición de agua.
  3. Por sustancias químicas.
  4. Por fuego directo (Flamear).


La Asepsia.

Es otro principio básico de la higiene, se define como el conjunto de procedimientos que se emplean para evitar infecciones de los tejidos. Ej. Un cirujano que va a realizar una operación procura por todos los medios evitar la contaminación haciendo la antisepsia de sus manos, de la piel del paciente, protegiendo el campo operatorio por medio de paños estériles, usando guantes previamente esterilizados, usando instrumental hervidos o esterilizados, hilos de sutura esterilizados, haciendo la desinfección del local, etc.

La asepsia se divide, según la terminología médica actual en tres fases que son: Esterilización, antisepsia y desinfección.

lunes, 3 de febrero de 2014

Cuidados de la madre parturienta y del recién nacido en especies bovina.

Generalidades

Aunque es cierto que las leyes de la naturaleza gobiernan la herencia en todos los animales, los problemas de cría y manejo de las madres y los recién nacidos son peculiares para cada tipo de animal y el ganado vacuno no es una excepción. Por lo general los vacunos se crían en el campo, se aparean bajo condiciones ambientales que se aproximan a las que existían en la naturaleza antes de su domesticación.

La higiene zootécnica y sanitaria de la vaca tiene varios aspectos fundamentales, pero se basa específicamente en la higiene profiláctica para comprender la serie de medidas que toma la medicina veterinaria, para luchar contra las enfermedades esporádicas que atacan aisladamente a cada vaca y contra las epizoótias que atacan a veces a todo al efectivo ganadero. En esta lucha se tiene en cuenta tanto el tratamiento directo de los animales como la profilaxis biológica o desinfección del ambiente; la lucha antiepizoótica sistemática de no ser bien controlada, puede ofrecer el inconveniente de no reconocer los individuos de poca resistencia hereditaria frente a las infecciones, por lo que, desde el punto de vista genético imposibilita la selectividad.

La higiene del ambiente viene a ser un complemento de lo antes expuesto, al querer aislar el animal de todo contacto con los agentes infecciosos; para ello el hombre procura dotar los establos de todo cuanto tienda a mejorar la vida de la vaca.

Por olvidar este tipo de higiene es que se observa en muchas vaquerías unos tipos de infecciones perennes, inatacables con toda la medicación existente en el mercado, tales como diarrea de los terneros recién nacidos, esterilidad infecciosa, etc.

Periodo de gestación.

El periodo de gestación promedio en las vacas es de 283 ± 5 días, o en general de unos 9 meses y medio. Aunque puede haber considerables variaciones entre razas e individuales en cuanto a la extensión del periodo de preñez; se ha estimado que 2/3 del total de vacas tendrán un ternero entre 278 y 288 días después del servicio.

Cuidados de la madre antes del parto, restringido al cuidado de la vaca preñada.

Los requerimientos nutricionales de la vaca preñada son menos exigentes que los que corresponden a la lactancia. Se empieza a utilizar los cuidados considerando que la vaca preñada debe aumentar de 45 a 67 kilos durante la preñez; la mayor parte de la alimentación consiste en pasturas u otros alimentos fibrosos cultivados en la finca. Los requerimientos de minerales contribuyen al desarrollo normal del feto.

No es necesario ningún tipo de abrigo pues las vacas prefieren estar al aire libre.

En cuanto al control sanitario esta guiado en esta época (antes del parto) a la prevención de enfermedades del aparato reproductor y entre ellas las enfermedades generales específicas que causan más trastornos en la época de gestación son:

Brucelosis

Que causa aborto en el periodo final de la preñez y problemas de retención de placenta, infecciones uterinas, se previene con vacunación a temprana edad (3 - 8 meses) y el uso de inseminación artificial.

Leptopirosis

Además de fiebre alta, pérdida de apetito, hematuria y anemia hay peligro de aborto en cualquier momento.

Trichomoniasis

Produce aborto durante la primera etapa de preñez y se previene con el uso de inseminación artificial y semen tratado con antibióticos.

Vibriosis

Causa aborto al promedio de la preñez, se previene con inseminación artificial y semen tratado con antibióticos.

Para garantiza una gestación normal se recomiendan los siguientes preceptos:
  1. Libertad de pastoreo.
  2. Observación diaria de las hembras gestantes.
  3. Evitar traumatismo (Cornadas, patadas y proyecciones violentas contra obstáculos al conducir los animales a los potreros o baños).
  4. En el caso de vacas lecheras suspender el ordeño de seis a ocho semanas antes del parto.
  5. Buena alimentación, principalmente rica en proteínas, sales minerales y vitaminas A, D, E y del complejo B, así como también calcio, hierro y fosforo. No se administraran los alimentos con moho o sucios, debido a la posibilidad de aborto por intoxicación con aflatoxinas.
  6. Evitar los vermífugos durante la gestación.
  7. En caso de presentarse aborto, los animales afectados deben ser separados del rebaño hasta que se aclare la causa. Si se trata de un aborto infeccioso se aconseja sacrificar al animal.
  8. Cuando se presentan frecuentes disturbios de carencia en animales de gestación avanzada, se debe analizar el suelo y el pasto a fin de que los elementos deficientes sean suplidos convenientemente.
Cuidados de la vaca en el momento de la parición.

Un cuidador prudente y observador estará siempre atento y con tiempo suficiente preparará lo necesario para la parición. Es de especial importancia que las vacas primerizas sean vigiladas en el momento del parto, pues con frecuencia deben recibir alguna ayuda. Las vacas de más edad que habitualmente tengan dificultar en el parto deben ser separadas del rebaño.

Los indicativos de que la vaca esta por parir son: Nerviosidad, inquietud extrema, alejarse del rebaño, aparición de esfuerzos musculares, ansiedad, dejan de alimentarse y arquean la cola.

En el momento en que los signos mencionados aparecen, indican la inminencia de la llegada del ternero, debe completarse de manera adecuada la preparación del lugar en que ocurrirá el nacimiento, de acuerdo a disminuir el peligro de infección o daños físicos para la vaca y el ternero.

Para observar mejores reglas sanitarias, sería adecuado tener un potrero más pequeño junto a las casa para colocar a las vacas unos días antes de parir; esto permite mayor observación y brindarles atención más esmerada. Debe preverse con antelación la asistencia del veterinario en caso de anomalías que se puedan presentar.

Para prestar mejor asistencia al animal parturienta, una buena norma es que el asistente se halla cerca pero no a la vista. Si la presentación es normal y se produce una o dos horas después de aparecer los signos del parto, no será necesaria ninguna ayuda. Pero si la vaca ha tenido dolores durante cierto tiempo y con escaso progreso, o los tiene con intermitencias, es conveniente brindarle asistencia en ese momento. Esta ayuda consiste por lo general en atar cuerdas finas alrededor de las cañas del animal por nacer y tirar de ellas hacia afuera y hacia abajo cuando la vaca hace esfuerzos. Estos debe ejecutarlo personal experimentado o un veterinario competente. Siempre es bueno recordar que en esta materia los métodos rudos, descuidos o métodos antihigiénicos pueden hacer más daño que provecho.

Figura 1. Posición normal del ternero al nacer.

Figura 2. Posiciones anormales del ternero al nacer.

Higiene que se observa antes del parto.

La parturienta debe también durante la noche estar bajo constantes observación. Cuando se aproxima el parto la hembra debe ser mantenida limpia.

Se debe usar como material obstétrico los siguientes:

1.    Cadenas de 2 metros de largo o cuerdas (Mecates).
2.    Mangos para las cadenas obstétricas esterilizadas, en caso necesario.
3.    Aceite lubricante.
4.    Agua tibia con antiséptico.
5.    En caso de presentarse partos distócicos infectados o ante sospecha de brucelosis, usar guantes de goma es de mucha importancia.

Dirección del parto.

1.    Máxima higiene.
2.    Examen minucioso y tratamiento bien planeado son indispensables.
3.   Evitar traumatismos, considerándose que la fuerza para la extracción en el parto normal debe ser:
·       Ninguna o moderada cuando el animal que se presente sea pequeño.
·       Hasta tres personas, como máximo en los animales grandes.
4. En el caso de bovinos, la intervención ocurre después de la ruptura espontanea de las bolsas fetales. Es conveniente intervenir en los siguientes casos:
·        Si el atraso en la ruptura excede las seis horas.
·        Solo si se comprueba que el canal blando está totalmente abierto.
·        Si hay muerte o desintegración.

Figura 3. Parto normal de la vaca.

Fuerza de tracción en el parto fisiológico.
  1. Las cadenas o mecates de tracción no deben ser demasiado finas.
  2. Usar solo instrumental o fórceps desinfectados.
  3. Colocar las cadenas o mecates siempre encima de la articulación metacarpo-falangeana.
  4. Cada miembro se fija por separado.
  5. La placenta no debe ser fijada junto con los miembros, para evitar la ruptura del útero durante la tracción.
  6. Para extraer el feto emplear solo fuerza humana.
  7. Las fuerzas de tracción deben acompañar las contracciones abdominales.
  8. Es importante como distribuyen las zonas de tracción, deben ser alternada para así obtener la reducción en los diámetros pélvico y toráxico, por medio de la inclinación debida.
  9. Es muy importante la protección del periné.
Figura 4. Momento a la asistencia al parto.

Consideraciones especiales.

Durante el parto hay que considerar, que si es necesario una cesárea el cuidado va ser especial, en el caso de los bovinos, con el advenimiento de la antibioterapia y de las nuevas técnicas operatorias, la operación cesárea pasó a tener mayor importancia.

En el caso de los bovinos, la operación cesárea solo debiera ser realizada en los siguientes casos:
  1. Fetos vivos y de gran valor que no pueden ser extraídos por las vías naturales sin perjuicio para la madre.
  2. En las torsiones uterinas irreversibles, especialmente en la torsio uteri ante cervicem.
Y se debe desistir de la operación en los siguientes casos:
  1. Cuando no se pueda asegurar el éxito final.
  2. Cuando hay una septicemia avanzada y el aparato cardiovascular está gravemente comprometido; cuando hay ruptura del útero; dilatación insuficiente de tercer grado; en partos muy lentos y en caso de fetos enfisematosos.
  3. En las torsiones uterinas graves, acentuadas o prolongadas con edemas por extásis de las paredes y en las fracturas de la pelvis.
Figura 5. Después del parto.

Cuidados de la vaca después del parto.

Esta etapa se señala como puerperio fisiológico y consta de dos fases: La secundinación y el puerperio propiamente dicho.

Secundinación

Es el periodo comprendido entre la expulsión del feto y la eliminación de las secundinas. En bovinos las secundinas duran de 3 a 12 horas. Se dice que después de este tiempo debe ser considerada patológica.

Puerperio

Desde un punto de vista estricto, comienza a partir de la expulsión de las secundinas y termina con la completa involución uterina.

En la vaca el puerperio fisiológico se divide en tres fases:
  1. Puerperio inicial o precoz, dura nueve días.
  2. Puerperio clínico, dura hasta tres semanas. Las modificaciones que el útero había experimentado durante la preñez se torna imperceptibles al diagnostico clínico.
  3. Puerperio total, dura hasta seis semanas. Por examen histológico ya no es posible observar las alteraciones propias de la preñez. De acuerdo al desarrollo del parto serán los cuidados y tratamientos que reciban las vacas durante el puerperio.
Las enfermedades puerperales inciden desde el punto de vista económico y deben ser consideradas tan importantes como las distócicas; es menester por lo tanto, combatirlas profiláctica o terapéuticamente, lo que es perfectamente posible con los conocimientos actuales.

Cuidados para con el recién nacido.

Después del parto no se deben tocar ni el ombligo ni la cavidad bucal del recién nacido con las manos sucias. Existe la mala costumbre de extraer de la boca de los terneros el líquido amniótico con las manos sucias. Esto debe ser combatido a fin de evitar la infección, haciendo una buena antisepsia de las manos.

El cordón umbilical mide de 30 a 40 cm de largo, en la mayoría de los casos la ruptura del cordón debe producirse en el momento del pasaje del feto por la vagina. La sección artificial debe ser efectuada por medio del desgarramiento del cordón umbilical, o mejor aún, cortando con una tijera esterilizada el cordón umbilical a una distancia de la pared abdominal de 5 - 10 cm, se realiza luego la atadura del cordón con hilo esterilizado o bien con hilo contenido en un frasco con antiséptico o desinfectante, el cual se tiene en la finca para este fin.

La antisepsia o cura del cordón umbilical se hace con tintura de yodo, mercuro cromo, polvo secante, mata gusanos, etc., tres veces diarias durante cinco días o más. Se recomienda introducir todo el muñón del cordón umbilical dentro de un frasco bocón conteniendo yodo u otro antiséptico con el objeto de que se empape bien el cordón por dentro y por fuera, y además la zona adyacente a él.

Secar al recién nacido. Después de haber quitado los trozos de cubierta fetales que se hallen adheridos a su piel, se le colocara cerca de la cabeza de su madre para que esta pueda lamerlo y se favorecerá el instinto maternal espolvoreando el ternero con salvado o con sal; a falta del lamido se procederá a friccionarlo con trapos limpios y secos.

El primer cuidado para con el recién nacido debe ser la respiración. Las vías respiratorias deben estar libres de líquidos fetales. En caso que se presente asfixia se consiguen estimular los movimientos respiratorios por los siguientes procedimientos:
  1. Elevando la parte posterior del recién nacido con el objeto que aumenta la concentración de CO2 en el centro de la respiración y estimule ésta.
  2. Friccionando vigorosamente el dorso del feto con un paño limpio o paja.
  3. Limpiar las ventanas de la nariz y boca para así eliminar posibles residuos placentarios y líquidos que obstruyan las vías respiratorias.
  4. Abrirle la boca y moverle la lengua compasadamente.
  5. Un chorro de agua fría sobre el cuerpo del recién nacido.
  6. Respiración artificial y aplicación de un analéptico.
 Bovinos de leche.
  1. Colocar al ternero en su hábitat, es conveniente separar al ternero de su madre a fin de criarlo en un medio perfectamente acondicionado, como ha de ser el establo para terneros.
  2. En las explotaciones como problemas de diarrea (Colicacilosis o neumoenteritis) se practicará sistemáticamente la vacunación del ternero en las primeras horas de haber nacido. A esta vacunación le seguirá una de refuerzo a los 10 - 14 días después.
  3. La aportación de una dosis-choque de vitaminas, en especial de la A, D, E y Hierro.
  4. Hacer que el ternero beba el calostro. El intestino del recién nacido es permeable durante las primeras 48 horas de nacido a las globulinas intactas del calostro que transportan los anticuerpos, para ello se obligara sin pérdida de tiempo, al ternero a que mame o beba calostro, tomando las precauciones siguientes:
a.    Si se trata de vacas adultas, sobre todo primíparas, se las sujetara.
b.    Si los recién nacidos se resisten a mamar se actuará con dulzura repitiendo varias veces la tentativa: Un ayudante se coloca detrás del ternero y lo mantiene cerca de la ubre de la vaca, mientras otro unta con leche el pezón, lo introduce en la boca del ternero y eventualmente, ejecuta algunos movimientos de ordeño.

Figura 6. Becerro consumiendo calostro.

Programa tentativo de vacunación en ganadería de carne o leche.


Edad
Enfermedad
Vacuna
Vía - Dosis
Revacunación
3 días de nacido.
Diarrea.
Contra la diarrea (Mixta Bovina, Bovimix).
Seguir instrucciones del fabricante.
Revacunar a los 10 - 14 días después de la primera vacunación.

3 meses.
Carbunco sintomático. Septicemia hemorrágica. Edema maligno.
Sintomix o Bacterina Triple.
Seguir instrucciones.
Triple: Revacunar cada año.
Sintomix: No necesita revacunación.
4 meses.
Rabia paralítica.
Vacuna antirábica.
Seguir instrucciones.
Revacunar cada año.
6 meses.
Septicemia hemorrágica.
Bacterina contra Septicemia hemorrágica.
Seguir instrucciones.
A los 14 días de la primera. Revacunar anualmente.
3 - 8 meses.
Brucelosis.
Sepa -19
Subcutánea 5 cc.
No es necesario revacunar.
Fuente: Guía de estudio de la Universidad de Oriente, escuela de Zootecnia.

Enfermedades del animal recién nacido.

En general, las cifras de morbilidad y mortalidad son superiores en los animales recién nacidos que en cualquier otra edad, de modo que la prevención de pérdidas de crías es un problema de especial importancia.

Defectos congénitos.

El tipo de influencia nociva rige hasta cierto grado los caracteres y gravedad del defecto resultante, se registra notable similitud entre los defectos observados después de una amplia gama de alteraciones. El tiempo de la gestación es importante para suponer el órgano que será con más facilidad afectado, con preferencia sobre todo en los que se desarrollan con más celeridad en el momento en que pueda incidir un factor, para instar a un defecto congénito.

En los animales de experimentación, la anoxia causada por la baja presión atmosférica es causa muy frecuente de anomalías embrionarias. La anoxia puede ser el factor causal en algunos casos particulares; pero es dudoso que lo sea en general.

Uno de los rasgos característicos de los padecimientos congénitos no hereditarios, tanto en el hombre como en los animales es su tendencia a aparecer en brotes.

Es posible que varios defectos hereditarios que no han de ser forzosamente congénitos, se deban a que el animal heredo la necesidad superior a la normal de un determinado metabolismo, esto es las llamadas “Enfermedades Genetotróficas”.

Entre los agentes perturbadores, causantes de enfermedades congénitas se enumeran: Herencia, infección por virus, insuficiencia nutritiva y factores diversos.

Infecciones neonatales.

Se manifiesta ahora mucho interés acerca de si algunas infecciones del recién nacido se han contraído antes del nacimiento o después del mismo, lo cual no siempre puede precisarse. Se comprende que las medidas profilácticas variaran en el caso de que la enfermedad sea de origen intrauterino. En esta circunstancia la infección se insinúa por la placenta, probablemente por placentitis consecutiva a infección hematógena o a una endometritis; en este último caso, la antisepsia uterina antes de la copula se convierte en una precaución higiénica importante, en tanto la desinfección del ambiente no tendrá consecuencias sobre la evolución de la enfermedad. Si esta es posterior al nacimiento, la puerta de entrada puede estar en el ombligo o depender de la ingestión. Las infecciones intrauterinas generalmente se relacionan más con la muerte de la madre, del hijo o con el aborto.

Resistencia a la infección.

El animal recién nacido es particularmente susceptible a la infección. Ante todo esta privado de anticuerpos por la imposibilidad de que dichas substancias pasen la barrera placentaria, también carece de vitaminas y minerales protectores, aparte de que por del sistema reticuloendotelial escasamente desarrollado, no puede presentar la inmunidad suficiente para defenderse de los agentes infecciosos.

El estado del animal recién nacido respecto a sus depósitos de vitaminas y minerales depende de cómo estuvieran concentrados en la madre, pero en el caso de la vitamina A, depende de la permeabilidad placentaria.

La importancia del calostro se refiere sobre todo a sus efectos protectores contra la infección, por su contenido de anticuerpos y en menor grado de vitamina A. La dificultad e imposibilidad del recién nacido para procurarse calostro podrá ser debida a muerte de la madre, agalactia, debilidad de la cría, ordeño previo o separación del hijo de su madre antes de mamar.

En los animales es considerable la elevación de las globulinas de la sangre después de la ingestión de calostro, sin duda para proveer de substancias inmunizantes hasta que el sistema reticuloendotelial sea capaz de reaccionar a la infección.

El desarrollo de competencia inmunológica varia de antígeno a antígeno y de una especie animal a otra y desde luego esta variación debe ejercer gran influencia sobre la susceptibilidad del animal joven a diferenciar agentes infecciosos.

Factores ambientales.

Hay dos factores ambientales predisponentes a la infección y que de por sí ya son motivo de mortalidad: La temperatura ambiental baja y la falta de carbohidratos que producen hipoglucemia. Los recién nacidos del vacuno son más capaces de mantener sus concentraciones de glucosa en la sangre.

Los becerros son también muy resistentes a la hipoglucemia insulina durante las primeras 48 horas de vida, pero responden con un cuadro convulsivo a los 7 días.

La nutrición de la madre es importante en relación con la resistencia de las crías, pero hasta el presente no es posible precisar en cuanto a la ración que debe utilizarse.

El ordeñado preventivo de las vacas lecheras, para aliviar la congestión de las ubres y mejorar el rendimiento en leche después del parto ha sido practica que en algunos lugares se puso de moda. Podrá ser aconsejable en ciertas circunstancias, pero tiene la desventaja de reducir el contenido de anticuerpos del calostro, con lo que aumentan las probabilidades de infección de la cría.

Enfermedades más comunes del recién nacido.

Bacteriemia, Septicemia, Enteritis (Diarrea), Neumoenteritis y Onfalo Flebitis.

Patogenia de la infección neonatal.

La forma habitual de la evolución de las infecciones del recién nacido es la Colibacilosis, con intensa reacción general, o la Bacteriemia, con escasez o ausencia de signos generales, seguida de la aparición de focos en varios órganos.

Se presentan vómitos y diarreas, deshidratación y desequilibrio electrolítico con suma rapidez en el recién nacido, más probablemente por falta de ingestión que por perdida de los líquidos. En muchos casos se observa depresión, que es causada por alteraciones bioquímicas, tanto por toxinas como por bacterias.

Tratamiento y principios preventivos de las infecciones neonatales.

La lucha contra la infección comprende ante todo el empleo de los antibióticos convenientes, de preferencia después de las pruebas bacteriológicas y de examen de sensibilidad. Si la madre es la única fuente de donde obtener anticuerpos, se podrá utilizar su sangre, pero teniendo en cuenta que su titulo de anticuerpos es inferior a lo normal, por haber pasado estos al calostro, por lo que sería preferible utilizar como donadores a otros animales sanos del rebaño.

Entre las medidas profilácticas deben incluirse la eliminación de la infección del ambiente o el traslado del animal a otro sitio; el aumento de la resistencia especifica del recién nacido y las medidas generales de sostenimiento para mejorar la resistencia no especifica del recién nacido podrá resultar de la vacunación de la madre al final de la gestación. Además se consideran todas las medidas de prevención que se señalan en los apartes anteriores que corresponden a cuidados del recién nacido.

Bibliografía.

Guía de estudio: Cuidados de la madre parturienta y del recién nacido en especies bovinas. Escuela de Zootecnia.