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lunes, 30 de marzo de 2015

Fisiología reproductiva de la vaca.

El funcionamiento del aparato reproductor depende de una serie de sustancias producidas en el Sistema Nervioso Central del animal que viajan por vía sanguínea para producir su efecto sobre los ovarios y el útero y se denominan hormonas. Los ovarios, a su vez, en respuesta a estas hormonas, producen otras sustancias que actuarán sobre el útero, sobre otros tejidos y sobre el mismo Sistema Nervioso Central.

En el cerebro, el hipotálamo produce la Hormona Liberadora de Gonadotrofinas (GNRH) que actúa sobre la hipófisis para que esta libere las hormonas Folículoestimulante (FSH) y Luteinizante (LH) La FSH actúa sobre el ovario, provocando el crecimiento de folículos y la secreción de Estrógenos y otras sustancias. Cuando la producción de Estrógenos alcanza altos niveles, se producen en la vaca cambios de conducta que conllevan a que la hembra acepte la monta, lo que se denomina celo. Hacia el final del celo, la LH actúa sobre el ovario, provocando la ovulación del folículo maduro y la formación del Cuerpo Lúteo, el cual produce Progesterona, hormona responsable de preparar al útero para recibir al embrión, en caso de que la vaca sea servida y ocurra la fecundación. Si no hay servicio o no hay fecundación, el útero produce Prostaglandina F2α (PGF2α), que tiene efecto luteolítico y provoca la regresión del cuerpo lúteo y disminuye la producción de progesterona. En la Figura 1 se representa, de manera esquemática, el mecanismo de la regulación hormonal de la función reproductiva.

Todo esto ocurre de manera cíclica. Cada vez que disminuye la producción de progesterona,  el hipotálamo comienza a liberar GNRH,  y ocurren nuevamente el crecimiento de folículos y las manifestaciones de celo. La serie de eventos que ocurren entre un celo o estro y el siguiente se denominan Ciclo Estral, que tiene una duración aproximada de 21 días.

El Ciclo Estral de la vaca presenta 4 fases:
  1. Proestro.
  2. Estro o Celo.
  3. Metaestro.
  4.  Diestro.
  • El Proestro es la fase en la que comienza el crecimiento folicular y la producción de estrógenos. Durante esta etapa, la vaca tiende a apartarse del rebaño, se muestra inquieta, muge y orina con frecuencia e intenta montar a otras vacas. Su duración es de dos a tres días.
  • El Estro o Celo es el período de receptividad sexual. En esta fase, el crecimiento folicular y la producción de estrógenos alcanzan su máximo nivel y tiene una duración de 12 a 18 horas. Durante esta etapa, la vaca puede montar a sus compañeras, pero el signo que verdaderamente nos permite determinar la ocurrencia del celo es que la vaca se deja montar por otras vacas o por el toro. Otros signos adicionales comprenden inquietud, disminución en el consumo de alimentos, disminución de la producción de leche, vulva inflamada y enrojecida, descarga de moco cervical o limo y pérdida de pelo en la grupa.
  • El Metaestro  es la fase en la que ocurre la ovulación de la vaca. Al final del celo, la LH comienza a provocar los cambios que determinarán la ovulación, la cual ocurre unas 12 horas después del final del celo. Luego de la ovulación, en el ovario se forma el cuerpo lúteo que comienza la producción de progesterona. En esta fase ocurre la fecundación. La duración del metaestro es de alrededor de 5 días en la vaca.
  • El Diestro se caracteriza por producción de altos niveles de progesterona por parte del cuerpo lúteo. En caso de no ocurrir fecundación, el útero producirá PGF2α, lo que determinará la muerte del cuerpo lúteo y la caída de la producción de progesterona. Su duración es de 11 a 13 días.
Figura 1. Regulación hormonal de la  actividad reproductiva de la vaca.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela. 

Anatomía del tracto genital de la vaca.

El aparato reproductor o tracto genital está formado por un conjunto de órganos encargados de la función reproductiva de la vaca, esto es, producción de óvulos y hormonas, albergue, nutrición y soporte para la gestación o preñez y recepción y transporte del semen.

Los órganos genitales están divididos en 2 grupos:

  1. Genitales externos: Aquellos que podemos ver externamente, y son la vulva, el vestíbulo y el clítoris.
  2. Genitales internos: Los que no podemos apreciar desde el exterior porque se encuentran en el interior del animal, y son la vagina, el útero con sus tres porciones (cuello o cérvix, cuerpo y cuernos), los oviductos o salpinges y los ovarios.

La vulva es la parte más externa del aparato genital, y constituye, además, el final del aparato urinario, ya que la uretra se abre en el piso del vestíbulo vulvar. Está constituida por dos labios verticales unidos por una comisura dorsal y una ventral. En la comisura ventral se encuentra el clítoris en una depresión denominada fosa del clítoris.

La vagina es un tobo fibromuscular alargado que parte del borde del vestíbulo vulvar hacia adelante, de 10 a 20 cm de longitud, con paredes que presentan numerosos pliegues longitudinales y transversales; normalmente se encuentra colapsada y termina en un fondo de saco ciego alrededor del extremo posterior del cerviz o cuello uterino. En este punto ocurre la eyaculación del toro.

El cuello uterino o cérvix es una estructura fibrosa, cilíndrica, formada por tres a cinco anillos fibrocartilaginosos continuos dispuestos transversalmente y se encuentra en el piso de la cavidad pelviana, sobre la línea media. Dada su textura fibrosa, similar a un “pescuezo de pavo”, el cuello del útero es la estructura de referencia para el abordaje del tracto genital de la vaca por vía rectal.  El cérvix presenta un canal interno muy tortuoso formado por los pliegues mucosos de los anillos fibrosos. Este canal está normalmente cerrado para proteger al útero del contacto con el medio exterior y solo se abre durante el celo, para permitir la entrada del semen, y durante el parto, para la expulsión del feto. El punto de unión entre el orificio interno del cérvix y el cuerpo del útero se denomina blanco del inseminador, y es allí donde debe depositarse el semen durante la inseminación. Las células de la mucosa del cérvix producen una sustancia mucosa cristalina que es expulsada durante el celo y se denomina limo.

El cuerpo del útero es un tobo cilíndrico de 2 a 5 cm que conecta el cuello con los cuernos uterinos. Los cuernos uterinos son los encargados de recibir al embrión y proporcionar el ambiente adecuado para que este se desarrolle hasta culminar la gestación. Son estructuras tubulares alargadas, de apariencia cónica con la base orientada hacia atrás y el vértice hacia delante. Sus paredes son gruesas y su textura depende de la etapa del ciclo estral. Así, durante el celo son “duros” o tónicos. Durante el resto del ciclo son suaves o flácidos. En la vaca, tienen forma de “cuernos de carnero”, orientados hacia delante, abajo, afuera y atrás.

Los cuernos se continúan cranealmente con los oviductos o salpinges, que son estructuras tubulares sumamente delgadas con tres porciones: istmo, ampolla e infundíbulo. El istmo está unido al cuerno uterino, se continúa con la ampolla, lugar donde ocurre la unión de los espermatozoides con el óvulo en el proceso denominado fecundación o fertilización. Luego se encuentra el infundíbulo, cuya abertura cercana al ovario, tiene forma de embudo y su función es capturar al óvulo al momento de la ovulación.

Los ovarios son las gónadas femeninas. Son órganos pares situados en la cavidad pelviana y su forma es redondeada u ovalada, con un tamaño de 2 a 5 cm. Su consistencia es firme y su superficie es irregular por la presencia de folículos en diferentes estados de crecimiento y cuerpos lúteos. Los folículos contienen a los óvulos en su interior.

Figura 1: Órganos genitales de la vaca.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela. 

Inseminación Artificial: Importancia, Historia, Ventajas y Desventajas.

La inseminación consiste en el acto de depositar el semen en el aparato reproductor de la hembra. En condiciones naturales, esto lo hace el macho, pero el hombre puede intervenir y realizar la inseminación de manera artificial, es decir, sin la participación directa del macho.

Cuando un toro eyacula en la vagina de una vaca, podemos obtener una preñez y, probablemente, un becerro. Si ese eyaculado es recolectado, procesado y congelado adecuadamente, se pueden obtener más de 200 dosis de inseminación con las que pueden preñarse unas 120 vacas y obtenerse más de 100 becerros, ¡con un solo eyaculado!

Si utilizamos los mejores toros, obtendremos muchos hijos de superior calidad genética, que se expresa en más kilos de carne, más litros de leche, mejor conformación física, mejor conversión de alimentos, camadas más numerosas y, en general, mejores características productivas de nuestro interés. Pero para que esto así ocurra, debemos garantizar a los animales unas condiciones sanitarias y alimenticias suficientes, que les permitan expresar al máximo su potencial genético.

La historia de la inseminación artificial es larga, y aún en nuestros días resulta difícil precisar el origen de este método de fecundación y el momento en que se realizó por primera vez.

La Biblia relata que en la época pastoril Jacob prometió a su yerno Laban todos los corderos manchados que nacieran en su rebaño.  Aunque no se conoce el método de reproducción empleado, se presume que de alguna manera la intervención del hombre determinó la aparición de un enorme número de corderos manchados en un período muy corto, por lo que se presume la posibilidad de que hayan usado la inseminación artificial.

Figura 1. Momento en que se práctica la Inseminación Artificial.

Cuenta una leyenda árabe del siglo XVI, que una tribu deseaba obtener descendencia de sus yeguas con un caballo de extraordinarias características perteneciente a una tribu enemiga. Para lograrlo, escondidos en la oscuridad de la noche, aprovecharon el momento en que el padrillo servía una yegua y obtuvieron semen, recogiéndolo de la vagina de la yegua recién servida en un pedazo de tela y lo colocaron en la vagina de una de sus yeguas en celo, con lo que obtuvieron un magnífico ejemplar.

La primera noticia cierta de una inseminación artificial exitosa proviene de Italia. El monje y científico Lázaro Spallanzani, en 1779, realizó la inseminación de una perra en celo con semen proveniente de un perro, obteniendo 2 cachorras y un cachorro con las características de sus padres. Este descubrimiento tuvo una gran importancia en el mundo científico de aquellos días. En 1782, Spallanzani encargó al Profesor Pietro Rossi del Ateneo de Pavia la experimentación de la inseminación artificial en la perra, de acuerdo con la técnica empleada por él, lo que produjo un pleno éxito y la confirmación del hallazgo de Spallanzani. 

A partir de ese momento la Inseminación Artificial llamó poderosamente la atención de todo el mundo; se consideraba que esta técnica resolvería grandes problemas de la reproducción, no sólo en animales, sino en humanos también. Se comenzó a practicar el método en la especie humana, siendo seriamente cuestionado ética y moralmente. La intervención de la Iglesia, prohibiendo la aplicación de la técnica hizo que se redujera considerablemente el interés en la Inseminación Artificial.

En el año 1900 el inglés Heape describió el comportamiento sexual cíclico de las hembras domésticas e hizo renacer el interés por la intervención del hombre en la reproducción de los animales. Pero fue en 1914 cuando la Inseminación adquirió verdadero auge. El Profesor Amantea, de la Escuela de Medicina de Roma inventó la vagina artificial, lo que vino a resolver el problema de la recolección del semen de los machos domésticos, que hasta ese momento se obtenía por masturbación manual.

Rusia fue el primer país que inseminó gran cantidad de animales. En 1907, el científico Ivanov inició la difusión de la técnica y el entrenamiento de cientos de inseminadores. Luego de 30 años, ya habían inseminado 120.000 yeguas, más de un millón de vacas y 15 millones de ovejas, en más de 6000 centros de inseminación.

Otros pioneros hicieron también importantes aportes a la técnica que hoy conocemos: Salisbury produjo, en 1942, un diluyente muy efectivo para refrigerar el semen. Diez años después, Polge y Rowson resolvieron el problema de la cristalización de los espermatozoides y lograron congelar el semen en nitrógeno líquido.

Figura 2. Momento en que se práctica la recolección de semen de toros de alto valor genético.

La Inseminación Artificial ofrece una serie de ventajas para la explotación ganadera, entre las tenemos:
  • Previene la diseminación de enfermedades de transmisión sexual. La Campilobacteriosis y Tricomoniasis Genital Bovina y algunas enfermedades virales son ejemplos de enfermedades transmitidas por toros infectados en monta natural. Estas enfermedades causan infertilidad, repetición de servicios, muerte y momificación fetal y aborto.
  • Hace posible el apareamiento de más vientres con los mejores toros del mundo. En algunos casos, se han obtenido hasta 200.000 hijos de un toro probado. Por eso, los toros utilizados deben tener datos de su valor genético (TPI, DEP, etc.)
  • Los programas de selección genética arrojan resultados más confiables, ya que se dispone de mayor cantidad de información cuando se usa la Inseminación Artificial.
  • El uso de la Inseminación Artificial es más económico que la adquisición, cuidado y mantenimiento de toros en el rebaño. Además, los toros que se utilizan para inseminación tienen características genéticas muy superiores a los toros que podamos conseguir ordinariamente en el mercado.
  • Facilita la utilización de material genético de alta calidad en granjas con baja población de animales, en las que no es posible adquirir un toro.
  • Evita el traslado de animales, ya que en los casos en que los vientres están en un lugar diferente, en vez de trasladar al toro, trasladamos el termo con semen.

Como puede apreciarse, gran cantidad de aspectos favorecen el uso de esta técnica. La mejora en las áreas de Sanidad y Genética, además de importantes consideraciones económicas hacen de la IA una técnica de elección para los programas reproductivos en la ganadería. Sin embargo, también existen algunas desventajas:

  • Requiere la participación de personal debidamente capacitado y entrenado en esta actividad.
  • Se necesitan instalaciones (manga, brete, corrales), materiales y equipos (termo, semen, equipo de IA) y condiciones mínimas de manejo de rebaño (identificación individual, sanidad, alimentación, registros)
  • Hay que detectar celos a los vientres diariamente.
  • Puede difundir patologías de origen genético que no hayan sido diagnosticadas en los toros.
Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.