Figura 1. Rebaño de especialización de carne de
la raza cebuina entre adultos y crías consumiendo complementos minerales en
comederos.
La disponibilidad de nutrientes asociadas con la oferta
forrajera y época de las pariciones debe ser el instrumento a considerar en la
aplicación de cualquier programa reproductivo. En la gran mayoría de las
explotaciones ganaderas no se logra sincronizar el momento en el cual se
presentan los máximos requerimientos de los animales al momento cuando los
forrajes poseen las máximas ofertas nutricionales. Es por ello que en muchas
ocasiones es necesario acudir a los programas de suplementación alimenticia.
Se justifica la suplementación debido a que existen
numerosas deficiencias nutricionales en las forrajeras tropicales naturales o
introducidas. Estas deficiencias son muchas, tanto en calidad (desbalance de
nutrientes, relación energía-proteína, macro y microminerales) las cuales
limitan la digestibilidad y el consumo voluntario, como en cantidad por baja
oferta de la biomasa forrajera durante la época seca y en la que no se alcanzan
a cubrir los requerimientos animales (Garmendia y Chicco, 1988).
La suplementación se recomienda en las siguientes
circunstancias:
- Cuando la oferta forrajera es de baja calidad (baja proteína y minerales).
- Cuando existen limitaciones energéticas durante los periodos preparto y postparto, dado que un balance energético negativo antes del parto afecta la condición corporal del animal y en el postparto influencia la secreción hormonal, esenciales para el reinicio de la actividad cíclica reproductiva.
- Cuando se tiene un bajo aporte de proteína en la dieta, esencial para una adecuada tasa de preñez en vacas y novillas.
- Cuando se tiene animales que no han culminado su crecimiento y están gestantes para garantizar la viabilidad del becerro y el reinicio de los ciclos reproductivos postparto.
- Cuando se tiene vacas lactantes que pierden rápidamente peso y condición corporal y se encuentran en una época critica de limitación de forrajes (verano).
- Cuando en la dieta el contenido de fósforo es menor a 0.20 % ya que se afecta el consumo voluntario y la fermentación ruminal de la materia seca, causando desbalances en la producción de gases ruminal y de proteína microbiana, afectando la reproducción.
Bibliografía.
GARMENDIA, J. 2000. Los minerales en la reproducción
bovina. En: X Congreso Venezolano de Zootecnia. UNELLEZ-Guanare, Venezuela.
p.184.
GARMENDIA, J. y C.F.CHICCO, 1988. Manejo alimenticio para
mejorar la eficiencia reproductiva de bovinos de carne a pastoreo. En: D.
Plasse y N. Peña (Eds). IV Cursillo sobre Bovinos de Carne. Universidad Central
de Venezuela. Facultad de Ciencias Veterinarias. Maracay, Venezuela.
pp.175-213.
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