Están compuestas por todas
aquellas actividades programadas y realizadas sobre el rebaño, o sobre grupos
de animales en particular, y van dirigidas única y exclusivamente a lograr
sobre estos grupos una mayor y mejor organización y manejo. Estas actividades
ayudan a tener un control permanente sobre las fincas, y facilitan la
implementación y toma de datos para el sistema o método de registro llevado.
Las prácticas zootécnicas
más importantes de una explotación nacional promedio serán:
Identificación
del rebaño. Toda finca debe llevar un sistema de
numeración con hierro caliente que identifique cada uno de los animales, y que
debe estar compuesto por:
Un primer número que indique
el año de nacimiento y una serie de tres dígitos que indiquen la secuencia del
rebaño. Las fincas que por primera vez la implanten, pueden calcular la edad de
las vacas por la tabla dentaria y luego aplicaran los números en forma
secuencial. Ejemplo: al número 1.001 corresponderá el primer animal nacido el
año 1991.
Lo razonable es que, a cada
becerro nacido en el momento de cura de ombligo e ingestión de calostro, se le
tatúe con tinta el número que le corresponda en la cara interna de la oreja
derecha. Algunos productores asignan los números impares a machos y los pares a
hembras, o simplemente, los machos se numeran solamente con el número del año y
las hembras con toda la numeración.
Un sistema de herraje
práctico que registre la vida reproductiva de cada vaca en el rebaño, consiste
en marcar cada año el resultado del diagnóstico de preñez o el parto de un
becerro.
Cuando esté vacía o sin
becerro durante un año se marcará con una X; cuando esté preñada o lactando, se
marcará con el número del año.
Ejemplo:
X90XX3 = vacía los años 88,
91 y 92, preñada los años 89, 90 y 93.
Un buen sistema numérico,
llevado en forma continua y sin interrupciones, ayuda a los inventarios
generales y parciales cuando se trabaja con animales en corral, notándose las
faltas, pérdidas y desapariciones por abigeato.
Sub-división
del rebaño. Dentro de una explotación bovina deben
formarse grupos de animales de acuerdo con sus edades, estado fisiológico,
actividad productiva y condición corporal. La formación de grupos de acuerdo a
estas categorías facilitarán el manejo y uso de los recursos alimentarios de la
finca.
Deben estar formados por lo
menos por las siguientes categorías de animales: becerros, mautas y novillas,
vacas lactantes, vacas en ordeño, vacas secas (primeros dos tercios y último
tercio de gestación), novillos, mautes y toros (cuando se usa temporada de
servicio). En algunos casos pueden formarse, dentro de una época, determinados
subgrupos que facilita aún más el manejo.
Estos grupos y subgrupos y
el número de animales dentro de cada uno de ellos serán indicativos del número
y tamaño de los potreros necesarios en la finca.
Registros
e inventario general. Dentro de las prácticas zootécnicas llevadas
por una explotación, los registros de índices productivos y los registros de
gestación administrativa son fundamentales para la evaluación animal y
operativa de la finca.
Hecho un sistema de
numeración sobre un rebaño y no utilizarlo con la aplicación de registros
continuos y permanentes, y con inventarios generales y periódicos, es impedir a
una explotación pecuaria la consideración empresarial moderna que requiere
actualmente este tipo de actividades.
El inventario hecho sobre
todos los semovientes y demás recursos, al menos en forma parcial, 1, 2 o 3
veces al año cuando se realizan agrupaciones de animales por tratamientos, y
una vez al año con todo el rebaño, ayuda en la reorientación de los objetivos y
metas programadas, facilita la selección y orienta las nuevas inversiones en la
finca.
Bibliografía
Sabino R, Luis R. Paquete
tecnológico contra el Síndrome Parapléjico Bovino. pp. 31-32.
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