martes, 25 de abril de 2017

Selección de hembras para el rebaño.

La selección de hembras de reemplazo, o sea aquellas que entrarán a formar parte del rebaño y que se quedarán en la finca produciendo leche y carne, debe comenzarse lo más pronto posible.

Esta decisión es responsabilidad del propietario, quien debe asesorarse con profesionales o grupos técnicos, quienes deben tomar en consideración los siguientes aspectos para realizar la tarea de selección:

a) Hacia dónde va la finca. Deben estar claros y fijos los objetivos y metas, a corto, mediano y largo plazo, sobre el sistema de producción que se va a desarrollar: en leche-venta o producción de queso, en carne-venta o ceba y acabado de los animales producidos.

b) Si se ha de aumentar el número de vacas o vientre dentro de la finca. Estos dos criterios dependerán del tamaño de la finca y de la adecuada disponibilidad del recurso forrajero, que garantice una eficiente capacidad de carga animal; esto es, sin que se sobrepastoree en los potreros y sin que los animales se subalimenten.

c) Cuántas y cuáles hembras ingresarán al rebaño y qué tipo de alimentación y manejo se les dará, hasta que se le asignen toros por primera vez o entren a la estación de monta.

Selección al destete: La época de destete es la primera y mejor oportunidad para seleccionar las hembras de reemplazo.  A esta edad se puede evaluar la habilidad y el rendimiento de la becerra y de sus padres. El crecimiento hasta el destete está relacionado con la edad y peso al primer servicio y con la eficacia reproductiva durante su vida útil. Una vez seleccionadas, separadas y clasificadas de acuerdo a su edad y habilidad productiva de sus madres, estos reemplazos deben mantenerse bajo un sistema de alimentación constante en las mejores pasturas, con suplementación mineral y energética en las épocas críticas, y hasta que alcancen un peso de 270-300 kilos a la edad de 24-30 meses.

Selección al momento de entrar en servicio: Las novillas de 24-30 meses de edad y con peso de 300 o más kilos, hijas de vacas buenas productoras y de toros genéticamente superiores, deben clasificarse y agruparse por sus características raciales e iniciarse el primer empadre. Si se ha establecido una estación de monta, debe comenzarse el empadre uno o dos meses antes del verdadero inicio de la temporada de servicio normal, esto para dar mayor número de oportunidades de lograr la primera preñez.

Selección de vacas: Las vacas y las novillas de primer parto que produzcan becerros sanos y fuertes con buenos pesos al nacer, y que manifiesten excelente habilidad materna, mediante el cuido del becerro y producción de leche, permanecerán en el rebaño de cría durante toda su vida útil.

Descarte de vacas y novillas: La eliminación o descarte de vacas y novillas debe hacerse respetando los aspectos de selección y programación seleccionados por el ganadero y sus asesores técnicos. Deberán eliminarse del rebaño todas las hembras que aborten, las positivas a brucelosis, las que dejen morir el becerro recién nacido, por no producir leche o por no amamantarlos (mala habilidad materna). También deben ser vendidas todas las que no paran en un periodo de dos años consecutivos o de tres años alternos; todas las que desteten becerros débiles y con bajos pesos durante dos o más años, y las vacas viejas que no paran o críen su becerro.

Bibliografía

Sabino R, Luis R. Paquete tecnológico contra el Síndrome Parapléjico Bovino. pp. 29-30.

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