martes, 26 de mayo de 2015

Tanque de nitrógeno líquido.

El semen se almacena sumergido en tanques de nitrógeno líquido, a una temperatura de ciento noventa y seis grados centígrados bajo cero (-196 ºC). A esta temperatura el semen mantiene su fertilidad por periodos prolongados. Sin embargo, cuando ocurren cambios de temperatura en el semen, su calidad puede disminuir de forma irreversible.

Estos cambios de temperatura pueden ocurrir si el tanque o el semen no son manejados adecuadamente. En primer lugar, debe verificarse constantemente el nivel de nitrógeno dentro del tanque y evitar que este descienda por debajo del nivel en que se encuentra el semen. Preferiblemente, se recomienda mantener el tanque lleno o al menos con un alto nivel de nitrógeno.

El tanque debe ser mantenido tapado, en un lugar fresco y a resguardo de la luz solar y de corrientes fuertes de viento, para evitar la evaporación excesiva de nitrógeno. Además, debe colocarse sobre tablas o madera para evitar el contacto directo con el piso, lo que puede oxidar el fondo del tanque. Solo debe destaparse el tanque para sacar la pajuela con la que se va a inseminar, o en el momento en que va a ser medido o completado el nitrógeno o el inventario de semen. Recuerde que cada vez que el tanque se destapa, pierde nitrógeno, por lo que hay que destaparlo cuando sea estrictamente necesario.

Existen en el mercado gran cantidad de marcas, modelos y tamaños de tanques de nitrógeno líquido. La selección de uno u otro tanque dependerá del criterio del productor y del médico veterinario que lo asesore,  tomando en consideración el número de animales a inseminar, la duración de la temporada de servicios, la cantidad de semen que se va a almacenar, la disponibilidad de nitrógeno en la zona y las posibilidades económicas del productor. En las figuras se muestran diferentes modelos y tamaños de tanques de nitrógeno líquido.

Figura 1. Diferentes modelos de tanques de nitrógeno líquido o termos criogénicos.

El tanque es un equipo muy costoso y delicado que debe ser manejado con mucho cuidado, evitando a toda costa que se golpee, ya que el cuello es muy frágil y puede romperse. Si esto ocurre, no tiene reparación, lo que significa que el semen en su interior se dañará, además de que habrá que adquirir uno nuevo.

Para mover el tanque de un sitio a otro debe ser levantado por las dos asas y preferiblemente por dos personas, para evitar golpes. Si va a ser transportado en un vehículo, debe ser bien asegurado con cuerdas o cintas que eviten el movimiento.

Figura 2. Detalle de la estructura del tanque de nitrógeno.

Algunos tanques vienen dentro de una caja protectora de aluminio con interior acolchado para su protección. También es posible ordenar la fabricación de éstas cajas protectoras para prolongar la vida útil de nuestro tanque.

De ser posible, se recomienda que cada finca tenga, al menos, dos tanques de semen. El primero funcionará como banco o depósito, y estará ubicado en un lugar fijo. El segundo será utilizado en las labores diarias de inseminación y contendrá pocas cantidades del semen en uso; éste tanque podrá ser trasladado a diario al sitio donde se realicen los servicios.

Como se mencionó anteriormente, el semen se encuentra almacenado en los cilindros del tanque, y estos, a su vez, están sumergidos en nitrógeno líquido, a una temperatura de –196 ºC dentro del tanque. Mientras esta temperatura se mantenga, se preservará la calidad del semen. Si la temperatura aumenta, o varía con frecuencia, se compromete la calidad del semen, ya que cada vez  que aumenta la temperatura el semen empieza a descongelarse y el proceso de descongelación mata muchos espermatozoides.

Para garantizar que el semen se mantenga en buenas condiciones, es necesario que se sigan algunas recomendaciones:
  1. El nivel de nitrógeno debe ser mantenido lo más alto posible y debe ser medido semanalmente, llevando un registro de todas las mediciones. No debe esperarse que el nitrógeno alcance un nivel muy bajo para llenar el tanque de nuevo. Si el nitrógeno alcanza un nivel inferior a 10 cm, existe un alto riesgo de que el semen contenido en el tanque se dañe.
  2. Debe llevarse un inventario actualizado del semen del tanque y su ubicación en cada cilindro.
  3. Cuando se va a inseminar una vaca, debe verificarse la identificación del toro asignado y buscar en el inventario la ubicación del semen, antes de destapar el tanque.
  4. Cuando se va a extraer una pajuela, el cilindro no debe ser levantado fuera del tanque, ya que esto disminuirá la calidad del semen.
  5. El tanque de semen sólo debe ser manipulado por el Práctico Inseminador y por el Médico Veterinario, y solo debe ser destapado para extraer una pajuela o para medir el nivel del nitrógeno, luego de lo cual debe ser tapado de inmediato, para evitar la evaporación innecesaria de nitrógeno.
Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.

Semen Congelado: Presentación y Almacenamiento.

La inseminación artificial con semen congelado comenzó en los años 50. En esa época, el semen se congelaba sobre el hielo seco, en forma de pellets. En los años 60, el semen era congelado en ampollas que permitían almacenarlo por un tiempo más prolongado. Actualmente, el semen es congelado en pajuelas y almacenado en tanques de nitrógeno líquido.

Figura 1. Pajuelas congeladas en nitrógeno líquido.

Las pajuelas para congelación de semen son unos pitillos plásticos muy delgados, y las hay de dos tipos: pajuelas medianas, con capacidad de 0.5 ml y pajuelas mini, con capacidad de 0.25 ml. Estas pajuelas son agrupadas en envases plásticos o goblets de diferentes capacidades. Usualmente, cada uno de estos goblets contiene 5 pajuelas y son colocados en un soporte de aluminio denominado escalerilla. Cada escalerilla contiene 2 goblets = 10 pajuelas. También pueden utilizarse vasos plásticos o de aluminio de diferentes capacidades, desde 10 hasta 800 pajuelas en cada uno, dependiendo de la capacidad de los cilindros del tanque de almacenamiento.

Figura 2. Preparación de las pajuelas en laboratorio especializado.

Las escalerillas están colocadas en los cilindros del tanque de nitrógeno y deben estar identificadas con el número del toro al que corresponde el semen. En una misma escalerilla no puede haber semen de varios toros. Cada escalerilla contiene semen de solo un toro. Cuando en un cilindro hay varias escalerillas con semen del mismo toro, debe usarse el semen de una escalerilla, hasta agotarla, no se debe sacar semen de todas las escalerillas. Para reconocerla, debe doblarse hacia arriba la pestaña de la escalerilla que está en uso. Cuando se acabe esa escalerilla, se retira del cilindro y se comienza con la otra escalerilla.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.

Momento óptimo del servicio. Regla AM–PM

Cuando ocurre la monta natural, el toro deposita una gran cantidad de semen en la vagina de la vaca en celo. En la inseminación artificial, la cantidad de semen que se deposita en el aparato genital de la vaca es mucho menor, por lo que debemos hacerlo en el momento más adecuado, para poder garantizar que ocurra la fertilización del óvulo con esa pequeña cantidad de espermatozoides.

El momento óptimo para realizar el servicio depende de varios factores:
  1. Duración del celo: 12 a 18 horas;
  2. Momento de ovulación: 24 a 30 horas después del inicio del celo;
  3. Vida útil del óvulo: 12 horas;
  4. Período de capacitación espermática: 6 horas;
  5. Vida fértil del espermatozoide: 24 horas.
Figura 1. Sincronización de eventos, expresados en horas.

En la parte de arriba de la Figura 1, la hora 0 es el comienzo del celo, que termina 12 a 18 horas después. Luego, ocurre la ovulación y el óvulo tiene una vida útil de unas 12 horas. En la parte de abajo, la hora 0 indica el momento de la inseminación. Una vez en el útero, los espermatozoides deben pasar por el proceso de capacitación espermática para poder ser fértiles. A partir del momento de la inseminación, los espermatozoides tendrán una vida útil de 24 horas.

Nótese que para que coincidan las dos células sexuales en su período de vida útil, es necesario que la inseminación ocurra al final del celo. Este es el momento óptimo para realizar el servicio.

En la práctica, la inseminación se realiza de acuerdo a la regla AM-PM. Según esta regla. Si una vaca es detectada en celo en la mañana debe ser inseminada en la tarde. Si la detección de celo ocurre en la tarde, la inseminación se realizará a la mañana siguiente. Si inseminamos las vacas siguiendo esta regla, obtendremos altas tasas de preñez, ya que estemos depositando el semen en el útero de la vaca en el momento óptimo.

Si no seguimos esta regla, pueden ocurrir varias situaciones:
  1. Si inseminamos muy temprano, la mayoría de los espermatozoides ya habrán muerto cuando ocurra la ovulación, por lo que tendremos una baja tasa de preñez.
  2. Si inseminamos muy tarde, el cuello del útero ya se habrá cerrado, por lo que será más difícil pasar la pistoleta de inseminación. Además, cuando los espermatozoides alcancen el óvulo, este ya habrá envejecido, por lo que también tendremos una baja eficiencia.
Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.

Detección de celos.

La base para el funcionamiento de un programa de Inseminación Artificial, es la detección de celos. Si no se detectan vacas en celo, no se podrán inseminar. La causa más frecuente de fracasos en programas de Inseminación es la falla en la detección de celos.

La detección de celos debe realizarse, al menos, dos veces al día, durante una hora cada vez, y preferiblemente, a primera hora de la mañana y al final de la tarde. Debe evitarse la detección de celos en los corrales de ordeño, o en áreas de pisos resbaladizos, ya que en estas situaciones, las vacas tienden a reprimir la conducta de celo.

Para una adecuada detección de celos, debemos reunir las vacas en grupo y observar cuidadosamente las manifestaciones de celo, con particular interés en aquellas vacas que aceptan la monta de otras vacas o del toro.

Figura 1. Duración promedio del celo en vacas lecheras.

Debido a que los signos de celo presentan una amplia variabilidad en intensidad y duración, existen numerosas ayudas que permiten identificar aquellas vacas en celo. Entre estas ayudas tenemos los toros receladores o retajos, hembras androgenizadas, Chinball, Kamar®, creyones de cera y el uso de los registros de celo. Todas las ayudas ofrecen sus ventajas y desventajas, pero cualquiera que se seleccione, debe usarse en combinación con la observación diaria en la mañana y en la tarde para garantizar una buena detección de celos.

Durante el período de observación, el práctico inseminador debe tomar nota del número de las vacas detectadas en celo. Por ello, es necesario que las vacas  estén correctamente identificadas y que el observador tenga una libreta de bolsillo y un lápiz.

Debemos aclarar que no todas las vacas detectadas en celo deben ser inseminadas. Entre estos animales tenemos:

  • Vacas con menos de 45 días de paridas.
  • Novillas con peso menor a 280-300 kg.
  • Vacas con numerosos servicios por inseminación (repetidoras).
  • Vacas con trazas de pus en el limo.

Figura 2. Comportamiento de celo en vacas dejándose montar por otras vacas.

Figura 3. Vacas dejándose montar por toros.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.

lunes, 30 de marzo de 2015

Fisiología reproductiva de la vaca.

El funcionamiento del aparato reproductor depende de una serie de sustancias producidas en el Sistema Nervioso Central del animal que viajan por vía sanguínea para producir su efecto sobre los ovarios y el útero y se denominan hormonas. Los ovarios, a su vez, en respuesta a estas hormonas, producen otras sustancias que actuarán sobre el útero, sobre otros tejidos y sobre el mismo Sistema Nervioso Central.

En el cerebro, el hipotálamo produce la Hormona Liberadora de Gonadotrofinas (GNRH) que actúa sobre la hipófisis para que esta libere las hormonas Folículoestimulante (FSH) y Luteinizante (LH) La FSH actúa sobre el ovario, provocando el crecimiento de folículos y la secreción de Estrógenos y otras sustancias. Cuando la producción de Estrógenos alcanza altos niveles, se producen en la vaca cambios de conducta que conllevan a que la hembra acepte la monta, lo que se denomina celo. Hacia el final del celo, la LH actúa sobre el ovario, provocando la ovulación del folículo maduro y la formación del Cuerpo Lúteo, el cual produce Progesterona, hormona responsable de preparar al útero para recibir al embrión, en caso de que la vaca sea servida y ocurra la fecundación. Si no hay servicio o no hay fecundación, el útero produce Prostaglandina F2α (PGF2α), que tiene efecto luteolítico y provoca la regresión del cuerpo lúteo y disminuye la producción de progesterona. En la Figura 1 se representa, de manera esquemática, el mecanismo de la regulación hormonal de la función reproductiva.

Todo esto ocurre de manera cíclica. Cada vez que disminuye la producción de progesterona,  el hipotálamo comienza a liberar GNRH,  y ocurren nuevamente el crecimiento de folículos y las manifestaciones de celo. La serie de eventos que ocurren entre un celo o estro y el siguiente se denominan Ciclo Estral, que tiene una duración aproximada de 21 días.

El Ciclo Estral de la vaca presenta 4 fases:
  1. Proestro.
  2. Estro o Celo.
  3. Metaestro.
  4.  Diestro.
  • El Proestro es la fase en la que comienza el crecimiento folicular y la producción de estrógenos. Durante esta etapa, la vaca tiende a apartarse del rebaño, se muestra inquieta, muge y orina con frecuencia e intenta montar a otras vacas. Su duración es de dos a tres días.
  • El Estro o Celo es el período de receptividad sexual. En esta fase, el crecimiento folicular y la producción de estrógenos alcanzan su máximo nivel y tiene una duración de 12 a 18 horas. Durante esta etapa, la vaca puede montar a sus compañeras, pero el signo que verdaderamente nos permite determinar la ocurrencia del celo es que la vaca se deja montar por otras vacas o por el toro. Otros signos adicionales comprenden inquietud, disminución en el consumo de alimentos, disminución de la producción de leche, vulva inflamada y enrojecida, descarga de moco cervical o limo y pérdida de pelo en la grupa.
  • El Metaestro  es la fase en la que ocurre la ovulación de la vaca. Al final del celo, la LH comienza a provocar los cambios que determinarán la ovulación, la cual ocurre unas 12 horas después del final del celo. Luego de la ovulación, en el ovario se forma el cuerpo lúteo que comienza la producción de progesterona. En esta fase ocurre la fecundación. La duración del metaestro es de alrededor de 5 días en la vaca.
  • El Diestro se caracteriza por producción de altos niveles de progesterona por parte del cuerpo lúteo. En caso de no ocurrir fecundación, el útero producirá PGF2α, lo que determinará la muerte del cuerpo lúteo y la caída de la producción de progesterona. Su duración es de 11 a 13 días.
Figura 1. Regulación hormonal de la  actividad reproductiva de la vaca.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela. 

Anatomía del tracto genital de la vaca.

El aparato reproductor o tracto genital está formado por un conjunto de órganos encargados de la función reproductiva de la vaca, esto es, producción de óvulos y hormonas, albergue, nutrición y soporte para la gestación o preñez y recepción y transporte del semen.

Los órganos genitales están divididos en 2 grupos:

  1. Genitales externos: Aquellos que podemos ver externamente, y son la vulva, el vestíbulo y el clítoris.
  2. Genitales internos: Los que no podemos apreciar desde el exterior porque se encuentran en el interior del animal, y son la vagina, el útero con sus tres porciones (cuello o cérvix, cuerpo y cuernos), los oviductos o salpinges y los ovarios.

La vulva es la parte más externa del aparato genital, y constituye, además, el final del aparato urinario, ya que la uretra se abre en el piso del vestíbulo vulvar. Está constituida por dos labios verticales unidos por una comisura dorsal y una ventral. En la comisura ventral se encuentra el clítoris en una depresión denominada fosa del clítoris.

La vagina es un tobo fibromuscular alargado que parte del borde del vestíbulo vulvar hacia adelante, de 10 a 20 cm de longitud, con paredes que presentan numerosos pliegues longitudinales y transversales; normalmente se encuentra colapsada y termina en un fondo de saco ciego alrededor del extremo posterior del cerviz o cuello uterino. En este punto ocurre la eyaculación del toro.

El cuello uterino o cérvix es una estructura fibrosa, cilíndrica, formada por tres a cinco anillos fibrocartilaginosos continuos dispuestos transversalmente y se encuentra en el piso de la cavidad pelviana, sobre la línea media. Dada su textura fibrosa, similar a un “pescuezo de pavo”, el cuello del útero es la estructura de referencia para el abordaje del tracto genital de la vaca por vía rectal.  El cérvix presenta un canal interno muy tortuoso formado por los pliegues mucosos de los anillos fibrosos. Este canal está normalmente cerrado para proteger al útero del contacto con el medio exterior y solo se abre durante el celo, para permitir la entrada del semen, y durante el parto, para la expulsión del feto. El punto de unión entre el orificio interno del cérvix y el cuerpo del útero se denomina blanco del inseminador, y es allí donde debe depositarse el semen durante la inseminación. Las células de la mucosa del cérvix producen una sustancia mucosa cristalina que es expulsada durante el celo y se denomina limo.

El cuerpo del útero es un tobo cilíndrico de 2 a 5 cm que conecta el cuello con los cuernos uterinos. Los cuernos uterinos son los encargados de recibir al embrión y proporcionar el ambiente adecuado para que este se desarrolle hasta culminar la gestación. Son estructuras tubulares alargadas, de apariencia cónica con la base orientada hacia atrás y el vértice hacia delante. Sus paredes son gruesas y su textura depende de la etapa del ciclo estral. Así, durante el celo son “duros” o tónicos. Durante el resto del ciclo son suaves o flácidos. En la vaca, tienen forma de “cuernos de carnero”, orientados hacia delante, abajo, afuera y atrás.

Los cuernos se continúan cranealmente con los oviductos o salpinges, que son estructuras tubulares sumamente delgadas con tres porciones: istmo, ampolla e infundíbulo. El istmo está unido al cuerno uterino, se continúa con la ampolla, lugar donde ocurre la unión de los espermatozoides con el óvulo en el proceso denominado fecundación o fertilización. Luego se encuentra el infundíbulo, cuya abertura cercana al ovario, tiene forma de embudo y su función es capturar al óvulo al momento de la ovulación.

Los ovarios son las gónadas femeninas. Son órganos pares situados en la cavidad pelviana y su forma es redondeada u ovalada, con un tamaño de 2 a 5 cm. Su consistencia es firme y su superficie es irregular por la presencia de folículos en diferentes estados de crecimiento y cuerpos lúteos. Los folículos contienen a los óvulos en su interior.

Figura 1: Órganos genitales de la vaca.

Bibliografía

Guía de Estudio de Inseminación Artificial en Bovinos Práctico - Teórico del Prof. Alejandro Correa M. de la Universidad de Oriente, Escuela de Zootecnia, Departamento de Biología y Sanidad Animal, Núcleo Monagas, Venezuela.