lunes, 1 de marzo de 2021

Los forrajes conservados

La conservación de forrajes consiste en el almacenamiento de materiales fibrosos para utilizarlos en determinadas épocas del año. Estos procesos de conservación causan pérdidas de nutrientes en el forraje, pero permiten almacenarlos por largos períodos de tiempo, y tener forraje garantizado para épocas críticas. Las dos técnicas más comunes de conservación son la henificación y el ensilaje.

La henificación

Consiste en conservar los forrajes mediante una drástica eliminación de la humedad (agua) que contienen. Se pasa de 80-85 % de humedad, a tener menos de 20 %, mediante el secado al sol. La calidad del forraje a henificar depende primordialmente de los intervalos entre cortes; materiales de menor edad tienden a producir henos de mejor calidad principalmente por la relación hojas/tallos (a más hojas mejor calidad). Para tener un buen control de la edad de los materiales a henificar, es necesario tener sistemas de riego y abundante sol.

La especie más común para producir heno es la gramínea Transvala (Digitaria decumbens cv.), pero también se usan el Suazi (Digitaria suazilandensis) y el Brachipará. También se produce heno a partir de rastrojos de cultivos (sobre todo de arroz), pero su calidad es más difícil de estandarizar.

Para mejorar la calidad del heno producido se ha intentado combinar la siembra de gramíneas con leguminosas de piso. La presencia de la leguminosa mejora la calidad del heno, además aumentar el aporte de N al suelo y a la gramínea.

Figura 1. Pacas de heno rectangulares clásicas y las rectangulares gigantes.

Figura 2. Pacas cilíndricas gigantes o rotopacas.

El ensilaje

Consiste en conservar los forrajes mediante su almacenamiento en fresco (húmedo) en ausencia de oxígeno. Para ello el forraje a conservar se pica, se amontona y se compacta para eliminar el aire (oxígeno); ciertas bacterias presentes (que se desarrollan sin oxígeno), proliferan y producen ácido láctico, sustancia que conserva el forraje de una forma análoga a lo que hace el vinagre en los encurtidos. Para garantizar una buena fermentación láctica se pueden agregar diversos aditivos (inóculos, enzimas, melaza, granos, urea) que mejoran el crecimiento bacteriano y la calidad del producto final.

Existen muy diversos tipos de estructuras/contenedores para la elaboración de ensilados; desde instalaciones muy sofisticadas (silos metálicos o de cemento) hasta pequeñas bolsas plásticas. Todos tienen ventajas y desventajas, dependiendo de la situación de cada productor. Cualquier planta se puede ensilar, pero lo más común es la siembra de gramíneas de grano (sorgo o maíz) o forrajeras de volumen como las del género Pennisetum (King Grass, Camerún, Malfalfa, Cuba 22). Dependiendo del tipo de silo utilizado y de la cantidad a procesar, se utiliza equipo y maquinaria agrícola sofisticados. Generalmente se requiere de picado del material, transporte al silo, compactación, y transporte al momento de usarlo. Algunos materiales se pueden ensilar sin el picado, sobre todo si tienen muy buena relación hoja/tallo, como es el caso de Cratylia argentea.


Figura 3. Silos trinchera, son silos bajo el nivel del suelo y pueden presentar perdidas adicionales por filtración de humedad, también se les puede llamar silos de fosa, pozo o silo de zanja.

Figura 4. Silo de motón, proceso de apilado y compactación, utilizando las mismas maquinaria agrícola para el compactado.

Figura 5. Silo de motón, proceso de conservación utilizando plásticos como material de cobertura.

Figura 6. Etapas de preparación silo de motón, apilado del pasto repicado, para ser compactada utilizando maquinaria agrícola disponible, posteriormente se procede a cubrir todo el material con un manto plástico para su proceso de conservación.


Figura 7. Silo en bolsas, los hay de diferentes capacidades, para almacenar forrajes en pequeños lotes y transportarse de un lugar a otro con alta eficiencia y bajos costos.


Figura 8. Silo bunker, son aquellos que se construyen sobre el nivel del suelo, cuyas paredes y piso pueden ser de concreto o cualquier material, también se le llama silos horizontales, los hay de diferentes dimensiones desde muy grandes a nivel industrial y de pequeñas dimensiones para productores pequeños, el proceso de conservación del pasto repicado es apilado, compactado y cubierto con una cobertura pastica.

Figura 9. Silo en pacas, el almacenamiento es muy sencillo. No se requiere ningún tipo de construcciones, sino únicamente una superficie firme y limpia. La manipulación de las pacas de ensilado no presenta complicaciones. Como recipientes de fermentación cerrados, las pacas de ensilado se pueden manejar y transportar cómodamente. EI tamaño de paca que mejor se adapta al recubrimiento plástico es 1.2 m (diámetro) x 1.2 m (altura), cuyo peso oscila desde 400 a 700 kg. EI número medio de pacas que pueden obtenerse por hectárea es de 20.

Referencia Bibliográfica

PÉREZ, E. 2017. Manual de Manejo: Sistemas intensivos sostenibles de ganadería de leche. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). San José, Costa Rica. 54 p.

 

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