a) Hembras. La
revisión ginecológica o palpación rectal de las novillas y vacas a intervalos
de 3 a 4 meses en servicios continuos durante todo el año, o antes del inicio,
y a los 45-60 días después de terminada la estación de monta o temporada de
servicio, es la ayuda básica para la selección y descarte de hembras dentro de
un rebaño en producción. Este resultado nos indicará cuáles hembras saldrán del
rebaño por problemas o enfermedades reproductivas y por no concebir. Asesoramiento
y servicio veterinario es indispensable en esta área; los diagnósticos
ginecológicos deben ser registrados en fichas individuales, y deben evaluarse
año tras año los índices reproductivos obtenidos, tales como: número de
preñeces, abortos, partos, intervalos entre partos, celo postpartos, repetición
de celo, los cuales constituyen la información necesaria para el manejo y
selección del rebaño.
b) Machos.
Todos los toros al ser adquiridos deben llegar a la finca con garantía
inmediata, y no anual, de que poseen fertilidad, habilidad y capacidad para
servir en forma óptima. Generalmente, cuando se adquiere un toro se garantiza
de que si no produce becerros, se puede devolver. Esto ocurre después de uno o
dos años, que por supuesto son pérdidas de tiempo y dinero para el productor.
Por lo tanto, al comprar un
padre debe exigirse la garantía inmediata, dada por un examen físico general y
por el análisis de semen del toro comprado.
Bibliografía
Sabino R, Luis R. Paquete
tecnológico contra el Síndrome Parapléjico Bovino. p. 29.
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