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martes, 30 de noviembre de 2021

El parto

Cerca de la fecha prevista de parto, se observa el agrandamiento de la ubre y la secreción de un líquido viscoso por la vulva hinchada. En el momento antes del parto, la inserción de la cola se hunde, también puede empezar a escurrir leche del pezón.

Las vacas preñadas muestran cambios físicos y de comportamiento, que nos alertan de que el momento del parto esta cerca, empiezan a hinchar la ubre, se observa el goteo de leche, en los pezones se observan adhesiones de una especie de moco que en realidad es el calostro, más próximo al parto, los músculos de la inserción de la cola se distienden, la temperatura corporal desciende, generalmente esto ocurre 7 a 8 horas antes del parto, en algunos casos solo momentáneamente, la vaca se pone nerviosa y se ve fatigada, se separa del grupo y actúa individualmente. El productor debe estar atento a todos estos signos, observar a la vaca frecuentemente, para poder ayudarla en caso de necesidad y evitar cualquier tipo de problemas.

 

Manejo de las novillas de primer parto (novilla primeriza)

Período de gestación

El período de gestación puede variar dependiendo a la raza, pero generalmente es de 280 a 285 días aproximadamente. Es por eso, que si apareamos una vaquilla a los 18 o 19 meses de edad, esta parirá a los 28 meses de edad.

A los animales gestantes se los debe manejar apropiadamente, es muy importante brindarles las condiciones medio ambientales adecuadas, evitando el estrés por el calor, especialmente en los primeros días de la gestación, cuando el embrión es más susceptible a las elevaciones de temperatura, como también en la fase final de la gestación, porque es el período de mayor ocurrencia de abortos. Los potreros de maternidad deben estar cerca de la vivienda del productor, para permitir la observación permanente de los animales, tener suficiente sombra, agua a voluntad y acceso al alimento.

Es muy importante manejar apropiadamente la nutrición de la vaquilla gestante, evitando la pérdida de peso o el aumento exagerado del mismo, ya que una vaquilla sobrealimentada puede tener problemas de distocia, excesivo edema en la ubre u otras alteraciones metabólicas graves.

Es necesario manejar a las vaquillas gestantes muy cuidadosamente, evitando los movimientos bruscos o ejercicios violentos, el maltrato, los gritos, el asustarlas con perros, el estrés por el calor, evitar ponerlas junto con vacas mayores dominantes que podrían golpearlas y ocasionarles el aborto o un parto prematuro.

Suministro de sales minerales

La vaquilla gestante tiene que continuar su crecimiento y desarrollo corporal, al mismo tiempo, debe ser capaz de mantener la gestación, permitir el desarrollo de la cría que se encuentra en su vientre, tener un parto saludable y comenzar a producir leche, todo esto es imposible sin un adecuado programa nutricional. La carencia de minerales puede provocar problemas en el desarrollo del feto, a su vez, el consumo excesivo de sodio en el último mes antes del parto, puede agravar la retención de líquidos o edema de la ubre.

En vacas con sobrepeso se puede observar la formación de un extenso edema de ubre, esto retrasa el pico de producción de leche, por lo tanto, es necesario evitar el consumo excesivo de sodio al final de la gestación, para prevenir que se forme el edema en la ubre.

El que las vacas preñadas no formen edema en la ubre, es señal de que le faltaron nutrientes durante la preñez; por lo tanto, en estos casos no se debe esperar mayor producción de leche en los primeros días de lactación.

Reproducción de los animales en crecimiento

Inicio de los ciclos reproductivos (el celo)

Cuando el ganado bovino en crecimiento alcanza la madurez sexual, aparecen los primeros celos, inicialmente son irregulares, tornándose luego en ciclos regulares que se repiten cada 21 días. En un ganado saludable con buen crecimiento y desarrollo corporal, la madurez sexual se alcanza a los 16 meses, con ciertas variaciones dependiendo de la raza del ganado.

Cuando el manejo alimenticio durante la fase de cría y crecimiento no ha sido lo adecuado, se retrasa la aparición del primer celo, por consiguiente la edad al primer parto, limitando la cantidad de terneros que puede tener una vaca durante toda su vida productiva, esto provoca grandes pérdidas económicas para el productor.

Es ideal que la primera preñez ocurra antes de los 18 meses de edad, para ello se necesita de un buen manejo. Si apareamos una novilla que no ha completado un desarrollo corporal adecuado, existe la posibilidad de que tenga problemas serios durante la gestación o el parto, además de que su crecimiento posterior al parto se vería afectado negativamente y por lo tanto su producción de leche. Es muy importante controlar el desarrollo y el crecimiento adecuado de los animales, antes de realizar el apareamiento o el primer servicio.

Edad óptima para el apareamiento o el primer servicio

Aunque el animal comience a presentar celo, no se puede decir que es el momento ideal para el apareamiento o el servicio. Para llegar a ser servida apropiadamente, la vaquilla debe haber alcanzado un buen crecimiento, desarrollo y madurez sexual, además de estar en condición corporal óptima para el servicio, ya que debe ser capaz de mantener una gestación normal, parir sin problemas y comenzar a producir leche en cantidades importantes, sin que todo esto le impida continuar y completar su propio proceso de crecimiento, desarrollo y maduración.

Cuando las novillas se crían en grupo, es difícil tener un control de la condición corporal de cada una de ellas, para mejorar este control, es necesario estar observando a los animales todos los días e identificar aquellos que tienen una mala condición corporal o un retraso en el crecimiento, separarlo del grupo, verificar la causa de esta anormalidad, en caso de enfermedad realizar el tratamiento adecuado y criarlo aparte para darle mejor atención. Un estricto y minucioso manejo de los animales, nos asegura el éxito en nuestra producción ganadera y el incremento en la generación de los recursos económicos.

Parámetros corporales a considerar en el momento del apareamiento

El momento ideal para realizar el apareamiento puede variar dependiendo de la raza, se considera apropiado realizar el primer servicio a una novilla que ha alcanzado un peso de 300 kg a la edad de 16 a 18 meses. Si la apareamos con un peso de 300 kg y se encuentra en buenas condiciones de manejo, al llegar al primer parto pesará 450 kg, de esta forma se previenen los problemas antes, durante y después del parto, asegurando una buena producción de leche y un rápido retorno de los celos.

Las novillas gestantes necesitan consumir cantidades suficientes de nutrientes para cubrir todos sus requerimientos, asegurando el mantenimiento de la gestación, el desarrollo de la cría dentro del vientre y a su vez, para continuar su propio crecimiento y desarrollo.

Es muy importante realizar un manejo adecuado de las novillas gestantes, un mal manejo puede ocasionar importantes pérdidas en la producción de leche, retraso en la aparición del celo después del parto y otros trastornos.

Retraso del celo

La novilla que ha cumplido 18 o 19 meses y no ha presentado celo, debe ser revisada oportunamente por un veterinario especialista en reproducción, para que determine las causas probables del retraso y se tomen las medidas necesarias para solucionar el problema lo antes posible.

Si la vaquilla tiene un buen desarrollo corporal pero no presenta el celo, es posible que tenga algún problema en su aparato reproductivo. Si no realizamos el diagnóstico y el tratamiento temprano del problema, no solo se retrasara la preñez, sino puede ocasionar que el problema se vuelva crónico. Es importante observar cuidadosamente a los animales todos los días, en caso de notar alguna anormalidad en los animales, es necesario consultar inmediatamente al veterinario especialista.

 

martes, 31 de agosto de 2021

El parto

La duración de la gestación varía de acuerdo a la raza, pero generalmente es de 280 a 285 días.

Síntomas del parto son el agrandamiento de la ubre y los cambios en la vulva, sin embargo, estos cambios físicos pueden variar de un animal a otro, cosa que dificulta el poder determinar exactamente la fecha del parto. Normalmente, 1 a 2 semanas antes del parto se empieza a agrandar la ubre, 2 o 3 días antes empieza a escurrir líquido viscoso de la vulva, momentos antes del parto empieza a escurrir la leche, el líquido viscoso que escurre de la vulva se torna marrón o mezclado con sangre y la temperatura corporal desciende.

La vaca se separa del rebaño y busca un lugar tranquilo para parir, esto ocurre mayormente en la noche o en la madrugada, por lo tanto, el productor tiene que observar a la vaca de día y de noche, para evitar que ocurran problemas durante el parto y dar asistencia inmediata a los terneros.

Es difícil determinar cuándo va a parir una vaca porque cada una de ellas se comporta diferente, pero si las observamos minuciosamente todos los días, podemos darnos cuenta de cualquier cambio físico o de comportamiento en el animal.

Se debe observar permanentemente, día y noche, a los animales que están cerca del parto, para poder darle atención oportuna a la madre en el caso de ocurrir una distocia y a la cría recién nacida, para limpiar la mucosidad en las vías respiratorias, desinfección de ombligo y asegurar la toma del calostro antes de la media hora de nacido.

 

Diagnóstico de preñez

Después de que la vaca ha recibido el servicio por monta natural o inseminación artificial, se debe controlar el retorno del celo, si no repite el celo, podemos especular que el animal ha quedado preñada, sin embargo, hay vacas que no presentan celo debido a problemas reproductivos. Por lo tanto, es muy importante poder determinar si el no retorno del celo es debido a una gestación normal o a problemas de tipo nutricional, infecciosos, fisiológico u otros.

Se puede realizar el diagnóstico de preñez utilizando la técnica de la palpación rectal, esta técnica debe ser realizada por un veterinario con experiencia, profesionales en esta técnica pueden diagnosticar la gestación a los 35 días del servicio, con la ayuda de un equipo de ultrasonografía o ecografía, se puede diagnosticar una gestación más temprano aún, desde los 25-28 días del servicio.

De cualquier forma, es muy importante llevar los registros zootécnicos, donde podamos anotar los servicios realizados, ya sean por monta natural o inseminación artificial, para poder calcular la fecha de retorno del celo, planificar los controles reproductivos, calcular la fecha prevista de parto de las vacas confirmadas como preñadas, fecha de secado y la historia clínica individual de la vaca.