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lunes, 1 de marzo de 2021

La mejora genética y la lechería intensiva sostenible

¿Con cuál raza trabajar?

Este es un tema muy controversial, debido a que todas las razas se han desarrollado por tener características de interés para grupos de productores. Existen opiniones y gustos muy diversos en cuanto a esto, pero algunas generalizaciones pueden hacerse.

Existen en el país muchos tipos de animales que se usan para producir leche. El siguiente cuadro agrupa a las razas más importantes por su origen. Sin duda las más usadas son las razas especializadas (Holstein, Jersey y Pardo Suizo) y sus cruces con otras más adaptadas al trópico, destacando Gyr y Brahman. Es también muy común el cruce entre las razas Holstein y Jersey.

Razas más importantes para la producción de leche

Fuente: PÉREZ, E. 2017.

La raza Holstein es sin duda la más abundante y emblemática dentro de las productoras de leche. Sus niveles de producción son muy altos, pero tiene el importante inconveniente de su baja tolerancia al medio tropical. Existen muchos reportes de su poca resistencia a las altas temperaturas y alta humedad característicos de la mayoría de las zonas ganaderas tropical. Adicionalmente es susceptible a una serie de enfermedades presentes en el trópico, asociadas a la presencia de ectoparásitos. Sin embargo, se comporta bien en zonas de altitudes superiores a los 1500 msnm (menor temperatura ambiental y baja incidencia de ectoparásitos). Otro factor en su contra es que muchas de las fincas de altura tienen áreas de pastoreo con pendientes importantes, y ello dificulta el desplazamiento de animales tan grandes y pesados como las vacas Holstein.

Gracias a su mejor habilidad para el pastoreo (más livianas), la raza Jersey es también muy abundante en los sistemas lecheros, siempre en zonas de cierta altitud, donde el clima y la baja prevalencia de parásitos lo permiten. Para mejorar el comportamiento reproductivo y la producción de leche, muchos productores hacen cruces entre las razas Holstein y Jersey, vacas que se denominan “Chumecas” por su color negro (Chumeca) está asociado con la pronunciación en inglés de “Jamaica”.

El Pardo Suizo es la tercera raza lechera de importancia, sobre todo en sistemas de doble propósito y en cruces con cebuínos (Brahman o Gyr).

La raza Brahman se usa en cruzamientos exclusivamente por su adaptación al trópico, aunque es bien sabido que no tiene ninguna selección por producción de leche. Es especialmente popular para cruces en sistemas de doble propósito, donde se buscan ingresos también por la venta de terneros machos para carne.

Las razas Gyr y Girolando se han introducido recientemente como buenas alternativas de animales adaptados a condiciones tropicales y que además tienen una buena producción de leche. La mayoría del material genético proviene de Brasil.

Referencia Bibliográfica

PÉREZ, E. 2017. Manual de Manejo: Sistemas intensivos sostenibles de ganadería de leche. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). San José, Costa Rica. 54 p.

Los suplementos no forrajeros

Estos alimentos se caracterizan por ser bajos en fibra y de costo elevado, por lo que deben usarse de forma estratégica y en cantidades restringidas. Ello es muy relevante para los sistemas de lechería intensiva, sobre todo para las vacas en producción, que tienen requisitos nutricionales muy altos.

Los minerales

Estos suplementos son esenciales para la producción animal. Los minerales cumplen múltiples funciones en el cuerpo de los bovinos. Entre ellas destacan la formación de huesos y dientes, son componentes de muchas proteínas y grasas del cuerpo, participan en la transmisión de impulsos nerviosos, etc. Son un grupo de nutrientes que se requieren en poca cantidad, pero sus deficiencias son muy comunes en las fincas que no los suplementan.

Los tejidos vegetales, principales alimentos, tienen una composición mineral muy distinta a la requerida por los animales; existen minerales que las plantas necesitan y los animales no y viceversa; además las cantidades en las que se requieren son muy diferentes. Ello se complica aún más debido a que la composición mineral de los suelos, y con ella la de los forrajes, es muy variable. Por ello ofrecer una mezcla mineral de buena calidad, constante a todo el hato, es una práctica obligatoria.

Algunos suplementos minerales son mezclas completas para ser ofrecidas a los animales tal como se compran, pero otros deben ser combinados con la sal común (cloruro de sodio) antes de ponerlos a disposición de los animales. Dado que las cantidades de minerales requeridos por el bovino son muy variables dependiendo de su tamaño y estado fisiológico, se recomienda ofrecer los minerales a libre consumo de manera que cada animal pueda tener acceso a lo que necesita.

Los comederos en los que se ofrecen minerales deben ser abundantes o móviles, de manera que el ganado tenga acceso permanente al suplemento. Existen muchos diseños de comederos para minerales, que deben proteger el suplemento de la lluvia y el sol. En caso de usarse comederos sin techo, el suplemento debe agregarse diariamente y en cantidades controladas para evitar pérdidas por lavado. En los sistemas lecheros es muy común colocar los minerales en los corrales de recibo del ganado de ordeño, de manera que diariamente las vacas en producción tienen acceso, pero no se deben olvidar los otros bovinos que no están en ordeño (hembras en desarrollo o vacas secas).

Figura 1. Comederos elaborados artesanalmente para la suplementación del ganado bovinos distribuidos estratégicamente en potreros, tienen función de comedero y bebedero.

Figura 2. Comederos fabricados industrialmente ideales para la suplementación de minerales y concentrados para la ganadería bovina.

Figura 3. Comederos de fabricación solida de concreto ideal para henos y ensilados, también tiene función de bebedero.

Figura 4. Comederos techados para ganado bovino de fabricación metálica para el suministro de henos y ensilados.

Otros suplementos no fibrosos

Además de los suplementos minerales, existen otras opciones de alimentación complementarias a los forrajes, que se usan en sistemas ganaderos. Los alimentos balanceados (concentrados) son muy comunes en los sistemas de lechería, ofreciéndose al momento del ordeño. Lo típico es racionarlos en función de la producción de leche de cada vaca, a razón de 1 kg de concentrado por cada 3 kg de leche producida. De esa forma, las vacas más productivas son premiadas con una mejor alimentación. El uso de concentrados es cada vez más restringido en la ganadería debido a que las materias primas utilizadas en su fabricación son mayoritariamente importadas, lo que lo hace un recurso muy costoso. En particular los sistemas lecheros deben disminuir sus costos de operación, y la alimentación es el más elevado de ellos (González, 2013).

Otros alimentos de menor costo, se pueden usar también para suplementar, y se observan más en fincas de menores niveles de producción, como lo son las fincas de doble propósito. Algunos abundan en ciertas épocas del año, y pueden conseguirse a precios razonables. El siguiente cuadro identifica los de uso más común.

Suplementos no forrajeros

Fuente: PÉREZ, E. 2017.

Referencia Bibliográfica

GONZÁLEZ, J. 2013. Situación Actual y Perspectivas del Sector Lácteo. Costarricense: Visión de la Cámara Nacional de Productores de Leche. In XIX Congreso Nacional Lechero. San José, Costa Rica. Cámara Nacional de Productores de leche. 56 p.

PÉREZ, E. 2017. Manual de Manejo: Sistemas intensivos sostenibles de ganadería de leche. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). San José, Costa Rica. 54 p.

 

domingo, 28 de febrero de 2021

El pasto de piso es la base de la alimentación

Las condiciones climáticas típicas del trópico (precipitación y temperaturas elevadas, alta luminosidad constante a través de todo el año) permiten el pastoreo continuamente, y el crecimiento de las pasturas solo se puede ver interrumpido por épocas secas estacionales que se presentan en algunas regiones (aún durante la sequía se puede dar pastoreo sobre forraje seco). Por ello es la forma más común, barata y conveniente de alimentar bovinos.

Las especies de gramíneas de pastoreo varían en las distintas zonas. El principal factor climático que las limita es la cantidad y frecuencia de las lluvias. Otro aspecto que ha fomentado (o desestimulado) el uso de ciertas gramíneas es la posibilidad de sembrarlas por semilla botánica (verdadera); la siembra de pastos por semilla es mucho más simple y barata que hacerlo por material vegetativo (tallos, estolones, rizomas), debido principalmente a la mano de obra requerida. Otros factores que provocan cambios en las especies presentes son el tipo de suelos y la tolerancia/resistencia a ciertas plagas y enfermedades. La adaptación de las gramíneas a las condiciones de siembra (clima, suelos, enfermedades) son, en resumen, las principales razones de su relativa abundancia en las distintas regiones del país.

El manejo de las gramíneas en los sistemas lecheros debe mejorarse

La Lechería Intensiva Sostenible exige el aumento de las cargas animales respecto a la lechería tradicional. El manejo de las gramíneas de piso debe cambiar radicalmente; debe pasarse de tener unos pocos potreros (con pocos animales por hectárea) a muchos potreros mediante un mejor control de los períodos de ocupación (más cortos) y de descanso (adecuados a la especie de pasto con que se trabaja). Ello es posible gracias a la difusión de la tecnología de división de potreros mediante el uso de cercos eléctricos; se disminuye drásticamente el costo de la instalación de las divisiones, haciendo factible tener muchos potreros pequeños.

Las ventajas de tener sistemas controlados de rotación de potreros son:

1. Períodos cortos de pastoreo (idealmente de un día de ocupación) que impiden que un animal consuma los rebrotes tiernos de la pastura. El consumo de rebrotes tiernos disminuye progresivamente las reservas de las raíces y la planta muere.

2. Períodos controlados de descanso, de acuerdo a la especie de pasto que se usa y a la época del año. Ello permite optimizar la cantidad y calidad de forraje que se ofrece al ganado. Plantas muy tiernas son de mucha calidad, pero poco rendimiento, mientras que con períodos de descanso muy prolongados se tendría mucho pasto, pero de mala calidad (muchos tallos, menos hojas). Por otro lado, si una planta no tiene el período de tiempo adecuado para acumular reservas en raíces que le permitan rebrotar luego del pastoreo, van desapareciendo del potrero (degradación de pasturas).

3. Pueden flexibilizarse las rotaciones. Si el aparto programado para el siguiente día no presenta la condición adecuada (por ejemplo, se inundó), puede ampliarse el período de descanso, volviendo a él unos días pocos después.

4. Las labores culturales (control de malezas, fertilización, riego, resiembra) se pueden programar ordenadamente conforme avanza la rotación. Ello facilita mucho el manejo y su supervisión.

Ejemplo grafico de una superficie agropecuaria con división de potreros, utilizando pasto de corte de porte alto para la preparación de ensilajes o suministro en fresco, y pasto de porte bajo para pastoreo de los animales.

Las leguminosas herbáceas pueden contribuir a mejorar las pasturas

La presencia de leguminosas es muy escasa en los potreros de las fincas. Las gramíneas son de más rápido crecimiento y tienden a dominar; sin embargo, la presencia de estas plantas fijadoras de nitrógeno al suelo (a través de bacterias que conviven con ellas) provee ventajas muy significativas. Entre ellas destacan:

1. Se mejora la calidad de alimento forrajero de los animales por el alto contenido de proteína y mayor digestibilidad de la leguminosa.

2. Se aumenta la productividad del pasto porque la fijación biológica de nitrógeno estimula su crecimiento.

Tres leguminosas herbáceas han tenido resultados positivos en asocios con gramíneas: Maní Forrajero (Arachis pintoi), Kudzú (Pueraria phaseoloides) y Stylosanthes sp. Pocas fincas han adoptado esta tecnología, pero deben continuarse los esfuerzos debido a los claros beneficios que se producen (Nieuwenhuyse et al., 2008).

Referencia Bibliográfica

NIEUWENHUYSE, A; AGUILAR, M; MENA, M; NÁJERA, K; OSORIO, M. 2008. La siembra de pastos asociados con maní forrajero. Serie Técnica. Manual Técnico no 82. CATIE. 74 p.

PÉREZ, E. 2017. Manual de Manejo: Sistemas intensivos sostenibles de ganadería de leche. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). San José, Costa Rica. 54 p.