Dentro del proceso de formación de una
pastura, la etapa de establecimiento es una de las más importantes; siendo
necesario suministrar los nutrimentos adecuados para la germinación y el
vigoroso desarrollo de las especies forrajeras. Esto es de particular
importancia en suelos ácidos y de baja fertilidad, en donde el desarrollo de
las especies puede ser severamente limitado por toxicidad y deficiencias
nutricionales.
A pesar de la adaptabilidad de muchas
especies forrajeras a estas condiciones de suelo carentes de elementos
minerales y clima, la productividad de las gramíneas está limitada por la
suplencia de nitrógeno, el cual es el constituyente esencial de las proteínas y
de otros compuestos indispensables para las plantas.
El nitrógeno es un macroelemento que influye
notablemente sobre los rendimientos de materia seca y calidad de la pastura.
En sectores donde predominan suelos con
texturas arenosas y bajo contenido de materia orgánica, constituyendo el
nitrógeno una de sus principales limitaciones; en estas condiciones, la
producción de materia seca es baja, tanto de gramíneas nativas como
introducidas; de allí que su respuesta a niveles crecientes de nitrógeno, es
normalmente lineal hasta ciertos límites, variando principalmente con el
potencial genético de la especie forrajera, frecuencia de corte o de
utilización y las condiciones climáticas.
En
la producción de pastizales, el elemento nitrógeno es uno de los nutrientes más
importantes, el cual se caracteriza por estar sometido a una dinámica
permanente de transformación y síntesis de carácter bioquímico en el sistema
suelo-planta, donde se presentan fenómenos de ganancias y pérdidas del elemento.
Desde
el punto de vista de la nutrición mineral de los pastizales uno de los
elementos condicionantes de las limitaciones en el desarrollo de las plantas es
el nitrógeno, en ese sentido, Delgado et
al. (1997) resaltan la importancia del nitrógeno del suelo en cuanto a que
su incorporación es casi obligada en cualquier plan de fertilización en los
diferentes cultivos.
Son
muchos los factores que intervienen en este proceso de ganancias y pérdidas
como el tipo de suelo, cobertura, dosis y fuente de nitrógeno, cantidad y
duración de las lluvias, velocidad de infiltración tasa de remoción por parte
de los pastizales entre otros no menos importantes (Bokhari, U. y J. Singh.
1975). Esto pone en evidencia la importancia que tiene manejar racionalmente
los fertilizantes nitrogenados, mediante el diagnostico y conocimiento del
grado de respuesta de las especies forrajeras en función de los procesos de
ganancias y pérdidas de nutrientes que acontecen en el sistema suelo planta.
El nitrogeno cumple funciones vitales dentro de los
seres vivos, encontrándose dentro de las plantas tanto en formas orgánicas como
inorgánicas. Estas últimas son en realidad de escasa magnitud, estando la
mayoría como NO3-, única forma inorgánica capaz de ser
almacenada.
Por lo tanto, dentro de la planta la mayoría del
nitrógeno se encuentra en forma orgánica. Este nutriente juega un rol esencial
en el crecimiento del vegetal, ya que es constituyente de moléculas como: a)
clorofila; b) aminoácidos esenciales; c) proteínas; d) enzimas; e)
nucleoproteínas; f) hormonas; g) trifosfato de adenosina (ATP). Además, el
nitrógeno es esencial en muchos procesos metabólicos, como por ejemplo, la
utilización de los carbohidratos.
Las plantas requieren nitrógenos en muy altas
cantidades. Cuando el rendimiento de un cultivo se incrementa, las cantidades
de nutrientes que éste demanda también aumentan. Sin embargo, no todos los
nutrientes son demandados en forma proporcional al aumento de su rendimiento.
Los contenidos de nitrógeno en la planta expresados
en relación a su peso seco total generalmente oscilan entre 1 y 5%. En general,
los tejidos jóvenes tienen concentraciones mayores de nitrógeno, y las plantas
leguminosas tienen concentraciones mayores que las gramíneas.
Bibliografía.
Bokhari, U. y J. Singh. 1975. Standing state and cycling of nitrogen in soil
vegetation components of prairie Ecosystems. Ann. Bot. 39:273-85.
Delgado, R., R. Ramírez y S. Urquiaga. 1997.
Efecto de diferentes formas de colocación del fertilizante en el suelo en la
eficiencia de uso del Nitrógeno evaluada mediante la técnica isotópica y el
N-absorbido por el cultivo. Seminario sobre la utilización de técnicas
nucleares en la investigación agropecuaria realizada en el FONAIAP (Maracay-
Venezuela). pp. 41-48. Publicación Especial N° 34.
Rodríguez, T y L. Navarro. 2000. Suplencia de
Nitrogeno. En: Establecimiento, manejo y recuperación de pasturas en sabanas
bien drenadas. Rev. FONAIAP (Publicación Especial N° 38) Centro de
Investigaciones Agropecuarias del Estado Anzoátegui, Venezuela. p. 65.
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