Este tema es de mucha relevancia para la lechería intensiva tropical; muchas de las vacas que se ordeñan en las zonas calientes, algunas muy húmedas y otras húmedas estacionalmente son producto de cruzamientos de razas lecheras con razas de tipo cebuino, que tienden a no permitir su ordeño sin la presencia del ternero. El fuerte instinto materno característico de animales con poca selección lechera produce la interrupción de la lactancia, o lactancias muy cortas si no se da el estímulo del amamantamiento antes del ordeño.
El ordeño sin ternero al pie, característico de los sistemas lecheros especializados en todo el mundo, permite destinar una mayor cantidad de leche para la venta y simplifica significativamente el manejo del ordeño. Por otro lado, la presencia del ternero es muy útil en los sistemas de doble propósito porque permite el ordeño, disminuye la incidencia de mastitis (los terneros drenan adecuadamente la ubre luego del ordeño) y se convierte en una fuente de ingresos adicional al final de la lactancia.
En realidad, no existe un solo doble propósito; se ordeñan las vacas (usualmente una vez al día) con los terneros (as) al pie, de manera que contribuyan a provocar la “bajada” de la leche. El ternero se amamanta brevemente de todos los cuartos de la ubre (reflejo de “bajada” de la leche). Algunas fincas ordeñan todos los cuartos, mientras que otras extraen la leche de tres de ellos, dejando uno sin ordeñar para la alimentación del ternero. Luego del ordeño las vacas salen a pastoreo y los terneros pueden o no acompañarlas.
La producción de leche vendible, la cantidad de leche que los terneros consumen y el crecimiento de los terneros dependen de las decisiones de manejo, asociadas con el potencial genético de la vaca para producir leche y el potencial de crecimiento de los terneros; todo es por supuesto modulado por la alimentación que se ofrece a las vacas y terneros.
La producción de leche vendible en los sistemas de doble propósito puede oscilar desde 2-3 kg por día hasta valores de más de 10 kg. Los terneros pueden pesar al destete entre 120 y 250 kg; acá influye otra variable, que es el largo de lactancia (días de ordeño); en algunos sistemas se acorta el período de lactancia, pero los terneros no se destetan, sino que se sueltan con las madres por algunas semanas o meses adicionales, mejorando así su crecimiento, pero sacrificando la leche vendible.
Referencia Bibliográfica
PÉREZ, E. 2017. Manual de Manejo: Sistemas intensivos sostenibles de ganadería de leche. Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA). San José, Costa Rica. 54 p.
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