Cerciórese de que el becerro está respirando. Si el becerro parece sin vida o muy débil al nacer, examine las fosas nasales o cavidad de la nariz y la boca, y quite cualquier moco o fluido que pueda estar obstruyendo la respiración normal. Algunas veces, si se sopla en la cavidad bucal y/o en las fosas nasales, después de quitar el fluido puede ayudar a revivir al becerro. En caso de que parezca tener líquido en la garganta o en los pulmones, podrá suspenderse al becerro cabeza abajo, sujetándolo por las patas traseras, durante breves momentos.
Cerciórese de que el becerro mama la “primera leche”. La “primera leche” o calostro de la vaca es una leche espesa amarillenta. Es importante que el becerro reciba algo de esta leche con objeto de garantizarle la salud apropiada. Los becerros pequeños y débiles deberán recibir ayuda para mamar durante el primer día después de nacidos.
Desinfecte el ombligo. Al becerro recién nacido deberá pintársele el cordón umbilical con tintura de yodo, para evitar cualquier infección posible del ombligo. Esta operación no es muy frecuente en ganado vacuno; pero es de gran importancia cuando los becerros nacen en el patio del establo o en corrales permanentes.
Evite las picaduras de moscas. Si el tiempo es caluroso y hay peligro de infección con gusano barrenador, la parte que está alrededor del ombligo o cerca de heridas abiertas deberá untarse con un repelente para moscas. El aceite de alquitrán de pino, o cualquiera de las pomadas contra las picaduras, son bastante eficaces.
Mantenga caliente al becerro. Si los becerros nacen en primavera o verano, no hay problema. Sin embargo, los becerros que nacen “fuera de estación” o en climas fríos deberán tener buena cama y abrigarse durante el mal tiempo hasta que sean suficientemente fuertes para soportar las condiciones del clima. La protección contra vientos fríos es muy importante. En estas condiciones, los criaderos de ganado de raza pura vacunan algunas veces a los becerros contra la neumonía.
Salve al becerro huérfano. Ocasionalmente morirá una vaca durante el parto. Atendiéndolo pronto se podrá salvar al becerro. Si es posible, ordeñe algo de la primera leche de la ubre de la madre en la boca del becerro. Consiga que otra vaca que sea buena lechera adopte al becerro. Muchas vacas alejarán al becerro extraño; pero en casi todos los hatos hay algunas vacas que dejarán mamar a otros becerros además del propio. Una buena sugerencia es tener a mano, precisamente para estas emergencias, una vaca de tipo lechero que sirva de madre adoptiva.
Referencia Bibliográfica
ELWOOD, J. 1979. Métodos aprobados en la producción de ganado vacuno para carne. Universidad de California, Davis. Editorial Trillas. México. 366 p.
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