Una vez que la vaca queda preñada no presenta el celo, aunque existe un 15 a 20% de vacas preñadas que pueden presentar celo, dato muy importante a tomar en cuenta cuando se realiza la inseminación, porque podríamos ocasionar el aborto si inseminamos una vaca que ya está preñada. Si la vaca no se encuentra preñada, repetirá el celo a los 21 días, cuando reaparece el celo, se aconseja verificar los registros de servicios del animal, para determinar si su ciclo reproductivo es normal o no, en caso de detectar alguna anormalidad, como un celo irregular, un celo persistente o la repetición de celo después de haberle efectuado varios servicios, el veterinario especialista le debe realizar un examen ginecológico para diagnosticar el problema y realizar el tratamiento apropiado.
En la ganadería de leche, el comportamiento reproductivo incide directamente en la eficiencia económica del hato. Por eso es muy importante llevar a conciencia los registros zootécnicos de la ganadería, donde se anoten todos los eventos productivos y reproductivos, como los partos, abortos, retención de placenta, partos difíciles, servicios por monta natural o inseminación artificial, pesajes de leche, control de mastitis sub-clínica, vacunaciones, desparasitaciones, tratamientos, controles reproductivos o palpaciones, etc., con el fin de monitorear y evaluar el comportamiento reproductivo individual y colectivo de los animales del hato. Esta información será indispensable para el técnico o veterinario que hace el asesoramiento técnico, para detectar problemas reproductivos y realizar el tratamiento oportuno.
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